Padre de cuatro hijos, el estadounidense Michael Marin se sujetaba la cabeza sobre las manos, hundido, mientras el juez hablaba en este proceso que lo investigaba por supuesto incendio premeditado de su mansión.
El jurado ya había abandonado la sala. Mientras el juez Bruce Cohen leía la sentencia que lo declaraba culpable de incendio premeditado, él se cubrió los ojos con las manos y después tapó su boca. Cinco minutos más tarde volvió a cubrir sus dos manos con la boca. Al poco tiempo, el rostro de Martin enrojeció y su cuerpo convulsionó antes de caer fulminado al suelo.
Sus abogados intentaron ayudarlo y llamaron a los paramédicos que le aplicaron compresiones en el pecho. De allí lo mandaron el hospital, pero allí sólo se pudo constatar su muerte.
Lejos de esta imagen queda la del agente de bolsa millonario que se enriqueció en bolsa y que pudo construirse una mansión de tres millones de euros.
Según el sheriff Joe Arpaio, del Estado de Arizona, la familia de Marin recibió más tarde un correo electrónico que Marin había programado para que llegara un día después de su muerte. En él Marin, de 53 años, aclaraba cuál era su voluntad en el caso de que las "cosas no fueran bien".
En el automóvil de Marin fue encontrado una bote de cianuro, tal y como muestran las imágenes.
El jurado ya había abandonado la sala. Mientras el juez Bruce Cohen leía la sentencia que lo declaraba culpable de incendio premeditado, él se cubrió los ojos con las manos y después tapó su boca. Cinco minutos más tarde volvió a cubrir sus dos manos con la boca. Al poco tiempo, el rostro de Martin enrojeció y su cuerpo convulsionó antes de caer fulminado al suelo.
Sus abogados intentaron ayudarlo y llamaron a los paramédicos que le aplicaron compresiones en el pecho. De allí lo mandaron el hospital, pero allí sólo se pudo constatar su muerte.
Lejos de esta imagen queda la del agente de bolsa millonario que se enriqueció en bolsa y que pudo construirse una mansión de tres millones de euros.
Según el sheriff Joe Arpaio, del Estado de Arizona, la familia de Marin recibió más tarde un correo electrónico que Marin había programado para que llegara un día después de su muerte. En él Marin, de 53 años, aclaraba cuál era su voluntad en el caso de que las "cosas no fueran bien".
En el automóvil de Marin fue encontrado una bote de cianuro, tal y como muestran las imágenes.
Fuente: http://ar.noticias.yahoo.com/un-millonario-se-suicida-en-plena-sentencia-20120711.html
COMENTARIO del Plumudo: Lo que le sobreabunda a pocos es lo que le falta a muchos. Aunque no se dió cuenta que lo más valioso que perdió fue su vida.
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
4 comentarios:
Flavia Román Lumovich
pero tal vez ...su vida era eso..acumular riquezas.
Madre mia que fuerte... Que triste... Y que sangre fría... Buena entrada pero me quede un poco impactada por el video... Un besazo
Ufff... no he querido terminar de verlo, oí hablar de esto en las noticias. Hay que tenerlos cuadrados para decidir acabar con todo con esa sangre fría. Desde luego no será ni el primero ni el último que en un momento dado no ve salida. Pero claro, el hecho de que quede registrado... es tremendo.
Impresiona.
Macarronazo ¿primera vez por aquí? BIENVENIDO.
También me impactó cuando lo vi. Normalmente no suelo publicar videos de este tipo (dos en total, el otro fue como quemaban vivos a cristianos en el continente africano)pero creo que eran necesarios (aunque no se si tanto) publicarlos para que se sepa lo que produce la intolerancia religiosa y en este caso la desmedida acumulación de riqueza porque cuando se pierde, por la causa que sea, siempre se pierde lo más valioso que es la vida.
Gracias por pasar, Bocha.
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