Ortega y Gasset, conferencia en la ciudad de La Plata en 1939 Para animarnos a la recuperación de nuestros ideales, de nuestro carácter y de nuestro destino de grandeza: “¡Argentinos, a las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal”

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miércoles, 3 de febrero de 2010

Entre la derecha del Padre y la izquierda del Hijo (III Parte)

                    Ensayo:  Fulano, Mengano y Perengano... iguales pero distintos.
(Pensamiento religioso y marxismo)
Por Prof. Oscar Sala Martina
INTRODUCCIÓN:

En el desarrollo de esta tercera parte de este ensayo me permitiré una vez más jugar con la utilización de algunos “alias” que en la algarabía popular por su afán de transmitir en forma oral o escrita nos ha dejado para señalar a tal o cual sujeto como “Fulano”, “Mengano” y “Perengano”. El objetivo de esto no es marear al lector ni quitarle la importancia académica que tienen estos pensadores que cito a continuación y que han aportado mucho al conocimiento, sino es un recurso literario que utilizo para hacer más amena la lectura.

Quiérase o no, el marxismo es el esfuerzo más gigantesco que haya sido ensayado para extirpar del cuerpo social, sin el auxilio de Dios, la injusticia producida por la explotación y la miseria que ella produce tanto material como en las relaciones entre los individuos; esfuerzo también para extender el reino del hombre sobre la naturaleza material, ordenar más y mejor la sociedad y preparar un porvenir mejor a las generaciones futuras. Hasta el presente los filósofos, dijera “Fulano”, se han propuesto explicar el mundo, en cambio nuestro plan consiste en transformarlo. [1] En efecto, los reproches más serios provienen de los marxistas. Todos los hombres de buena voluntad son invitados a colaborar para lograr el éxito de esta empresa fraterna. Y cada uno, por su trabajo, puede prestar colaboración.

La dialéctica de “Mengano” [2], a saber, está contenida en su teoría sobre las ideas. Pero, ¡atención con dar a esta palabra el sentido que hoy le damos! Las ideas no son representaciones abstractas, conceptos sacados de las cosas por nuestra inteligencia. Son el ideal que las cosas imitan, que participan y el que más o menos se van acercando. Ahora bien, este ideal es la realidad misma. Para Platón la perfección es “la realidad de todo y lo que explica todo”. Un ser existe en la medida en que es perfecto, y a cada grado de perfección corresponde necesariamente un grado de ser. Las Ideas, a quienes sólo pertenece la perfección absoluta, por eso sólo poseerán la existencia absoluta.

De esta observación resulta lo siguiente: no podemos amar nada sino considerándolo como algo infinito, eterno o perenne... así el hombre apetece los bienes de esta tierra por que “en realidad” representan otro bien. En lo relativo estamos buscando lo absoluto... ¿y por qué? porque una tendencia natural sin objeto que le corresponda sería una tendencia absurda, sin “razón de ser” y, todo, lo que está sin “razón de ser”, pues no existe; ergo, puesto que tenemos una tendencia natural al bien supremo, ese bien supremo existe. Lo cual no nos asegura que lo poseeremos inevitablemente: tampoco un animal encuentra en forma certera, la primera vez, su alimento, en algunas especies depredadoras se sabe que de cada diez intentos para obtener su alimento, en uno sólo alcanza su objetivo con éxito.

El comunismo en la historia.

El concepto comunista de la sociedad ideal tiene lejanos antecedentes, “Mengano” (alias Platón) desarrolló la teoría del comunismo en «La Republica»; pero también en “Perengano” (alias San Pablo) [3] se puede observar esta práctica por ejemplo en las primeras comunidades cristianas relatada en el libro de los Hechos de los Apóstoles en el Capítulo 2, versículos 43-45: Toda la gente estaba asombrada, ya que se multiplicaban los prodigios y milagros hechos por los apóstoles en Jerusalén. Todos los creyentes vivían unidos y compartían todo cuanto tenían. Vendían sus bienes y propiedades y se los repartía de acuerdo a lo que cada uno necesitaba; y en Hechos de los Apóstoles, 4, 32-37: La multitud de los fieles tenía un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que de todo lo tenían en común... no había entre ellos ningún necesitado, por que todo lo tenían campos o casas lo vendían y ponían el dinero a los pies de los apóstoles, quienes repartían a cada uno según sus necesidades. Así lo hizo José, llamado por los apóstoles Bernabé (que quiere decir el hombre del consuelo), levita nacido en Chipre, que, después de vender su campo, llegó con el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles; entrados en la Edad Media hay rasgos de comunismo con la obra «La Ciudad de Dios» de San Agustín; en la época moderna Santo Tomás Moro (1478 – 1535) escribió «Utopía» (1516), un relato satírico sobre la vida en una isla de ficción llamada así. En esta isla, los intereses de los individuos se encuentran subordinados a los de la sociedad como conjunto, todos sus habitantes deben desempeñar un trabajo, se practica la enseñanza universal y la tolerancia religiosa y la tierra pertenece a todos. Estas condiciones son comparadas con las de la sociedad inglesa, con una sustancial desventaja para esta última. Utopía fue la precursora de una serie de obras similares. [4] Y finalmente el siglo XIX, habría que decir que Marx no fue el primero que dio la idea general del comunismo sino, Saint Simón (1760-1825), es considerado uno de los fundadores y teóricos del socialismo moderno. Sus escritos contienen razonamientos en favor de una organización social, encabezada por hombres sabios y basada en la industria, que beneficie por igual a todos los componentes de la sociedad. Para ser coherente con su análisis sociológico de la nueva sociedad industrial, Saint Simón invita a los productores a formar un partido político para demandar libertad económica, y a transformar la naturaleza de las relaciones sociales existentes y negar el principio capitalista de la propiedad privada. Saint Simón, a pesar de su inicial coincidencia teórica-política con el liberalismo, da un giro en su pensamiento que lo colocará en el lado opuesto al del pensamiento liberal y es lo que nos permite establecer un puente con el pensamiento socialista de Karl Marx. Su principal obra es «El nuevo cristianismo» (1825). [5]
También está Robert Owen (1771 - 1858), denominado “socialista utópico”, considerado el padre del cooperativismo, concebido como un sistema económico alternativo, pretendía sustituir el sistema capitalista por otro más justo, los obreros debían unirse para crear una nueva realidad europea basada en cooperativas que fuesen más rentables que las industrias: Cooperativas de producción y cooperativas de distribución. En oposición a Saint-Simón, Owen supedita la industria a la agricultura. Por todo ello podríamos hacer una primera conclusión sosteniendo que Platón sería algo más que el precursor de Marx, aunque no deja de ser curioso que el gran filósofo idealista pueda ser considerado como creador del “materialismo histórico”, Platón es el punto de arranque de los totalitarios...

Algunas diferencias entre “Fulano” (Marx) y “Mengano” (Platón).

Una de las grandes diferencias que podemos ver entre Platón (428/427-347 a.C.) y Marx (1818-1883 d.C.) es que en la «República» ideal platónica, a diferencia del comunismo marxiano, es un estado de cosas en el cual la propiedad es colectiva sólo para una clase social; además hay que tener muy en cuenta que Marx no explicó con detalle y precisión los rasgos de la sociedad comunista, ni su modo de organización social a diferencia de la que Platón desarrolla en la «República». Hay una diferencia primordial entre la teoría sociopolítica de Platón y el materialismo histórico de Marx. Según Marx el gobierno pertenece a quienes poseen la tierra y los medios de producción. Para Platón quienes gobiernen y defiendan el Estado deberán no poseer riquezas. Otra diferencia aunque parezca ridícula ya que con sólo el hecho de mirar sus datos necrológicos nos daría cuenta de ello, ninguno es contemporáneo al otro. Pero a pesar de que el tiempo entre uno y otro abre una brecha inmensurable ambos tienen el mismo problema, o por decirlo de otro forma, tanto Platón como Marx buscan cambiar sus mundos, sus sociedades.
En la obra de Marx «El Capital» (Das Kapital, 3 volúmenes, 1867-1894), se atacaba el principio fundamental del capitalismo: la propiedad privada de los medios de producción. Marx pensaba que la tierra y el capital debían pertenecer a la comunidad y que los productos del sistema debían distribuirse en función de las distintas necesidades. En «El Capital» Marx describe con escrupulosa prolijidad y cuantiosa descripción toda clase de abusos, no hace más que mostrar su lado más humano del filósofo, su preocupación por encontrar una solución radical a los males de su tiempo, por que esto sólo podía cambiar para peor. Como también en la «República» de Platón. Aquí se describe pormenorizadamente los problemas de la justicia en la POLIS: ya que se originó en la dura realidad y crisis sociopolítica de la Atenas que le tocó vivir, al ver los efectos perversos de la democracia: la “democrática” muerte de Sócrates, la Guerra del Peloponeso “democráticamente” perdida. Con ella pretendió resolver, desde la razón (filosofía), el problema de ordenar esa vida social de modo perfecto (en justicia). [6]. La «República» de Platón no fue más que “la idea” de un enorme cuartel, a diferencia de la Rusia de Lenin, la China de Mao Tse Tung o la Cuba de los Hermanos Castro en las cuales se materializó la idea, aunque en honor a la verdad Marx, a igual que Platón, tampoco vio materializada su idea. Pero ambos en sus obras son los primeros en hablar de las sociedades cerradas y que las cuales debían alcanzar la perfección: una fórmula que llevaría al totalitarismo en busca de una sociedad igualitaria, pero a través de varias dictaduras, en Platón con los filósofos y en Marx con el proletariado. Personalmente sostengo que en una sociedad “razonablemente” igualitaria y democrática se podrá hablar, honradamente, de sociedad abierta, aunque podemos caer en el error en que las sociedades democráticas en este nuevo mundo globalizado se vuelvan a desplomar en un nuevo totalitarismo y ser igual de cerradas a las propuestas por Platón y Marx, ya que el poder privado practicado y ejercitado por los capitalistas en el S. XX y actualmente en el S. XXI no se quedan atrás. Lo difícil fue, es y será socializar la propiedad en un justo equilibrio. Podemos concluir por lo tanto que estos pensadores, en su búsqueda de la verdad, son hijos de su época y que sus obras son directas consecuencias de lo que estaba ocurriendo en el mundo real de sus días, y no el resultado del ocio filosófico. Además, a mi juicio, la constancia con que Karl Marx y Platón apuntan a estas descripciones en sus obras mostrando, como dije antes, el lado humano de estos filósofos, sus preocupaciones por encontrar una solución a los males que cada uno vivó en su tiempo.

¿Se puede entender como comunismo lo que propuso “Mengano” (Platón)?

Platón es el primero de los teóricos que intentan reformar la sociedad: escribe la primera "utopía política". Sin duda que Platón describe un tipo de “comunismo” inspirado, tal vez, en la obra de Plutarco «La vida de Licurgo», que se lo puede ver a éste como el fundador del "comunismo" de la sociedad Espartana, la educación colectiva de los niños en el arte de la guerra para la posterior defensa del Estado, así también como la sumisión de toda propiedad privada a la propiedad de la ciudad [7]; en el 396 a.C. emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e Italia donde conoció a Aristipo y al matemático Teodoro. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquitas de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides. En el 388 a.C. viajó a Sicilia donde quiso influir en la política de Dionisio I, pero Platón lo traslado solamente para la clase dirigente en donde se daba la corrupción en los distintos tipos de gobiernos puestos en marcha por los atenienses. Este filósofo defiende la propiedad privada incluyendo familia propia, con mujer, marido e hijos para la clase de los artesanos aunque controlada por el Estado, pero rechaza el derecho a la propiedad privada para la clase de los gobernantes y la de los guardianes. Creyó que si se quiere evitar la corrupción, el enriquecimiento personal y el uso del poder para el propio interés, las clases dirigentes (gobernantes y guerreros) deberían tener todas las posesiones en común y llevar una vida comunitaria. Aunque según Marx, la utopía de Platón constituía una idealización ateniense del sistema de castas que poseía Egipto, lo cual no quita que Platón se haya inspirado en distintos modelos de gobiernos. Además, Marx, también observó que Platón había interpretado de manera sobresaliente la trascendencia de la división del trabajo para la formación de las «polis» griegas, ya que sus pensamientos políticos representaban a la aristocracia ateniense, por que el Estado propuesto por Platón, en su teoría sociopolítica está gobernado por una élite aristocrática ideal: los «filósofos» gobiernan el Estado, ya que son los únicos que saben gobernar por que han sido sometidos al estudio de la gimnasia y música, ciencias, artes marciales y dialéctica. Y gobernarán bien, si se les protege de ciertos peligros de degenerar hacia la injusticia. Las cautelas son llevar una vida en "comunismo de bienes y familia"; luego siguen los «guardianes» o «guerreros» velan por la seguridad, que tienen por meta salvaguardar la ciudad de los enemigos, y que también han sido preparados con los filósofos, excepto en la dialéctica. También ellos, para no obrar mal por intereses personales y ser imparciales, participan del comunismo platónico; y por último se encuentran los «artesanos», su papel es el de producir bienes para toda la sociedad. A diferencia de lo que ocurre en las dos primeras clases, en que el número es reducido, en la tercera clase no hay limitación; pero en la sociedad griega era una condición básica el trabajo de los «esclavos», si bien los cuales no constituían una clase social eran imprescindibles para el sustento económico... y en su argumento destaca que “democracia” significa o equivale al deterioro, ruina y quebranto de la sociedad. El propósito político de Platón era la rehabilitación, purificación y restitución de la “aristocracia” dominante para combatir la tendencia hacia la democracia.
Y al hablar Platón de la igualdad de oportunidades para todos, era solamente para los «Aristoi». [8] O sea que hay una obligación moral en el ejercicio de la justicia por parte de los dirigentes y finalmente termina proponiendo como modelo político que “la república” es la mejor opción para organizar un Estado... y sobretodo que este sea justo, en donde cada individuo hace, o sabe lo que debe hacer, en pos de un orden, por ende nadie realizaría actos inconscientes que atente contra este orden ya que dejaría de cubrir una necesidad que es la natural y ésta es creada por el hombre mismo. Y partiendo de esta naturaleza del hombre, no hay ya razón cierta para que no exista la justicia, ya que los individuos que conforman la sociedad realizarán sus actividades como debe ser y por lo tanto todo se moverá ordenadamente para lograr así la felicidad colectiva y por lo tanto individual, como termina planteando Platón en la República: para evitar seguir peleándonos y matándonos por poseer objetos o lograr imponer nuestros posibles antojos individuales y arbitrarios, como niñitos malcriados, en vez de convivir como personas racionales que somos capaces de ser. [9] Marx cree en la posibilidad de que la felicidad individual vaya de la mano de la felicidad del prójimo, que: el socialismo cree una comunidad en la que cada uno pueda desarrollar con toda su libertad su naturaleza humana y vivir con su semejante en una relación fraterna. [10]
Marx encuentra en la división del trabajo la causa de la diversidad de talentos, los cuales no son los orígenes de la desigualdad. Marx sostiene que la propiedad privada aparece como origen de la desigualdad causada por los mecanismos económicos que sucesivamente dominaron el proceso civilizador. El comunismo en Platón es más radical que el propuesto por Marx pues llega a defender incluso la propiedad común de mujeres e hijos, negando legitimidad a la familia como institución social básica y lo expresa en su obra: No deben tener absolutamente nada que ver con actividades lucrativas. Tampoco tendrán una familia privada, ni mujeres ni maridos. [11] Por lo tanto Marx, en tanto opuesto a Platón, es un moralista puritano posando como un inmoralista libertino.

Entonces ¿cuál es la idea de progreso sustentada por “Fulano” (Marx) y “Mengano” (Platón)?

“Fulano” tenía tanto interés como la esperanza de cambiar el mundo. Él creía en el progreso como perfección, como proceso infalible, inquebrantable y progresivo de la humanidad. La descripción que él hace de las etapas históricas de la humanidad, que no son más que otras tantas formas distintas de propiedad: tribal [12], antigua [13], feudal o por estamentos [14] y capitalista [15]; o, viendo un poco más allá, cada etapa de la división del trabajo establece los tipos de relaciones entre los individuos en lo que respecta al material, al instrumento y al producto terminado como fruto del trabajo, en otras palabras, en sus modos de producción: asiático, antiguo, feudal y moderno.

A las formas de propiedad como a los modos de producción Marx las consideraba categorías universales, y todas las sociedades hasta ahora existentes compartían una misma historia que es lucha de clases dentro de las mismas. Karl Marx vio el comunismo como el estado original de la humanidad, por la sociedad clásica luego el feudalismo, hasta el estado corriente del capitalismo. Él propuso que el siguiente paso de la evolución social sería inevitablemente una vuelta al comunismo previa a una dictadura revolucionaria del proletariado, la cual organiza el derecho, la educación, la sanidad, el orden social,... en fin: la vida social.

Y “Mengano” en el libro III «Las leyes» inicia exponiéndonos la causa del cambio en las ciudades y en los sistemas políticos cuando el ateniense asevera que: siempre el progreso de las sociedades se da al mismo tiempo hacia la virtud y hacia el vicio. [16] Platón describe la ciudad de los montañeses, como desprovistos de conocimiento y experiencia para el arte político, para adquirir ganancias, como para justificar una ética. Son simples he ignorantes, pero entiéndase como “virtuosos ingenuamente” a la manera de Céfalo en la República, sin posibilidad de justificación de su conducta. Al punto que al interrogar el ateniense a Clinias concluye diciendo: desconocer las muchas cosas bellas que albergan las urbes y muchas contrarias, llegaron a ser perfectos respecto de la virtud o del vicio. [17] Aquí habría dos sentidos de virtud: 1º- como “el virtuoso ingenuo”; y 2º- en donde la virtud implica la templanza y las otras virtudes unidas al conocimiento de los principios.
Todas las civilizaciones que Platón analiza en el libro III sucumben o se depravan irreparablemente. El primer grupo desaparece debido a desastres naturales (677 a). Las civilizaciones como la primitiva (677 b – 680 a), Troya (682 b), Argos Mesene (683 d), Imperio Persa (694 a), Atenas (698 b) se corrompen por diversos motivos como el progreso, la invención de nuevas armas de guerra y fortificaciones con materiales más resistentes, los desengaños mutuos entre pueblos y monarquía, la educación decadente, el exceso de liberalidad; rompen el equilibrio necesario entre libertad y opresión... todas ellas causadas por los hombres. Platón no considera la posibilidad de progreso sino de retroceso para estas ciudades. La excepción pareciese ser la sociedad Lacedemónica o Espartiata que gracias a sus instituciones impregnadas de un espíritu de leyendas con el nacimiento de los reyes gemelos –según nos hace llegar Herodoto- forjando una “Diarquía”, y a la capacidad casi divina del Legislador Licurgo y posteriormente también Quilón, mantienen la coerción necesaria para el equilibrio del poder. [18]
 
¿Pero cómo entendemos entonces la afirmación inicial respecto del progreso, hacia la virtud de las sociedades?

Ninguno de los pueblos descriptos progresa hacia la virtud de la templanza, y hacia el conocimiento de los principios. En este caso sólo habría progreso hacia la posesión de bienes, hacia un conocimiento mundano del arte, de la guerra, de la herrería, etc.; únicamente podemos ver aquí “progreso hacia la virtud” según un sentido vulgar de “progreso” y “virtud”; y que el mismo Platón jamás aceptaría, ya que el sentido más genuino para este ateniense es “la suma de las virtudes”, más “la templaza”, más “el conocimiento” que permita justificarlas, el pueblo que más se acerca a la noción de virtud es el primero. El libertinaje conduce a la desobediencia de las leyes, tal es el caso de Atenas (668b – 701b), de allí a la decadencia y corrupción hay sólo un paso. Solamente la ciudad que cuente con personas sabias y virtuosas que dicten las leyes acorde al “Bien Supremo”, hacia “la virtud de las sociedades”, podrá escapar de este proceso. El progreso hacia la virtud no depende del mero transcurrir de la historia, exige un esfuerzo y se logra por medio de la educación.
 
A modo de conclusión general: Quiérase o no volvemos caprichosamente al principio de toda pregunta, de toda razón de ser, de toda idea imaginable o no, volvemos a plantearnos una y otra vez ¿qué es lo que nos hizo bajar de los árboles y dominar la naturaleza?, en definitiva, ¿qué es el hombre? y la respuesta sutil pero a su vez cabal, firme y digna que puedo hacer y dejarles es que el hombre es y será de acuerdo a las circunstancias sociales, religiosas, morales, políticas, psíquicas, económicas, etc; y que a través de la historia ha ido escribiendo, cual analfabeto raya, en la arena queriendo dejar su nombre o la marca que lo identifique pero que a su vez lo diferencie de otros. Esa marca, que luego fue símbolo y signo significante para sí y para otros en el desarrollo de la vida cotidiana, pasa de generación en generación hasta perderse de nuevo en las arenas del tiempo. Pero he aquí el espíritu del hombre que vuelve a rayar en la arena nuevos símbolos y signos significantes y que enseña pero a su vez aprende. Llegamos al nervio central de toda historia de cómo nos influenciamos unos a los otros y creamos y recreamos nuestras sociedades. El desafío se ha planteado y el afrontarlo, o no, muchas veces ha llevado a las sociedades más avanzadas a progresar o desaparecer; y es eso lo que he querido analizar y ver como se yuxtapone el pensamiento religioso y el marxista. En ambos la educación surge como elemento indispensable para el progreso de las sociedades y de los pueblos.
Pero recorriendo lo visto desde la I parte del ensayo hasta esta III parte podemos decir que para el Che en su teoría del hombre nuevo, éste “debe formarse”; y que para Pablo de Tarso éste hombre “debe revestirse”. Es sabido que para Platón la educación es solamente para la élite, para aquellos “profesionales”, los cuales han sido preparados para la conducción de un pueblo. En Marx en la etapa de la dictadura del proletariado, al no haber luchas de clases y propiedad privada, la educación es un bien para todos cuyos talentos redundaran en beneficios para todos. Marx define al talento como “la propiedad privada más rica”.[19] Para Marx no hay ningún reconocimiento económico proporcional al mérito sino, en una primera etapa socialista hay un reconocimiento económico proporcional al trabajo y, en la segunda etapa comunista hay un reconocimiento económico proporcional a las necesidades de cada individuo. El ideal del mérito es valorado e incluso exaltado, pero al ciudadano meritorio no se le confieren privilegios económicos por encima del resto de los individuos entonces se pasará del concepto "de cada uno según sus capacidades" a este otro "cada uno según sus necesidades" -¡Oh coincidencia! con lo que decía “Perengano”!: “quienes repartían a cada uno según sus necesidades”, pero a esta idea hay que forjarla dentro del espíritu que siempre está en búsqueda, cuyo intelecto no descansa por que reconoce que el conocimiento es poder.
Por lo tanto la originalidad del planteamiento que aquí hago está en ver los lados comunes más allá de los opuestos para que se busquen y no se abandonen las “éticas mínimas” encontradas, para que así el hombre ya una vez descendido de los árboles no pueda ni deba volver a el, y pueda seguir corriendo en el espíritu del “HOMBRE NUEVO” y seguir dejando sus símbolos y signos significantes en la arena, por que sino correremos un serio riesgo de que la misma especie humana se nos vuelva extraña.
 
NOTAS AL PIE DE PÁGINA
1-Marx, K; Thèse sur Feuerbach, th 11. Aquí por “Fulano” entiéndase que me refiero a Marx.
2-Por “Mengano” entiéndase que me refiero a Platón
3-Por “Perengano” entiéndase que me refiero a los representantes del pensamiento cristiano, como por ejemplo Pablo de Tarso.
4-"Santo Tomás Moro," Enciclopedia Microsoft® Encarta® Online 2008.
http://es.encarta.msn.com/ © 1997-2008 Microsoft Corporation.
5-"Claude Henri de Rouvroy, conde de Saint-Simon," Enciclopedia Microsoft® Encarta® Online 2008 http://es.encarta.msn.com/ © 1997-2008 Microsoft Corporation.
6-Si bien se sabe que el título no lo puso Platón sino una ulterior traducción latina, el título original más tiene que ver con un tratado sobre la Justicia, los valores y la formación de los guardianes.
7-Platón; República; Ed. Universitaria de los Buenos Aires; 1982; Nº 417 a-b “no contaminar el oro de sus almas con el oro y plata de uso como moneda común... correrán a su propia perdición ellos y la ciudad”; 462b “no hay mayor mal para la ciudad que aquello que los divide y hace de ella muchas ciudades”, 552ª “cuando el ciudadano no se define en que clase social quiere ubicarse: labradores, comerciantes y guerreros... el gran vicio que padece la ciudad es el de la libertad en que se deja a cada uno hacer lo que quiere”.
8-Platón; República; 417a-b, 424ª “posesión de mujeres, matrimonio y procreación deben ser comunes entre amigos y en el mayor grado posible”, 450c “el tipo de educación que deberán recibir los hijos”, 451d-e “educar hombres y mujeres de la misma forma”, 455b “no hay ocupación exclusivamente que sea de la mujer dentro de la administración de la ciudad”, 456e “la ventaja para la ciudad que tanto hombres como mujeres sean lo más perfectos posibles”, 457d “las mujeres de los guardianes cohabitarán con ellos a tal punto que sus hijos no conocerán a sus padres y viceversa”, 460 b-c “los jóvenes que se distingan por su excelencia en la guerra se les permitirá tener más contactos con las mujeres y procrear... los niños serán dados a nodrizas para que los amamanten...”, 462b, 464b-c “la causa del mayor bien que pueda tener la ciudad es la comunidad de las mujeres y de los hijos entre los guardianes”
9-Platón; República; Ed. Universitaria de los Buenos Aires; 1982; Nº 500d “la templanza, la justicia y demás virtudes ciudadanas del filósofo, si las pone al servicio de las costumbres públicas y privadas hará de él un buen maestro”, 519 “los hombres no aptos para gobernar la ciudad son los que han recibido educación por uqe no tienen objetivos hacia donde dirigir sus actos; como también aquellos que se han pasado toda la vida en el estudio por que se creen bienaventurados”, 520d “toda ciudad en que menos deseosos de gobernar estén aquellos que deberán hacerlo será necesariamente la mejor y la más pacíficamente gobernada”, 473c “creo poder demostrar que las ciudades actuales se transformarían por completo.. no es una cosa fácil ni pequeña, pero es posible”.
10-Charla de Engels en Elberfeld. Cf. Mega I.4 p.371. Citado por Maximilien Rubel en Karl Marx. Ensayo de una biografía intelectual. Paidós. Buenos Aires p.139
11-Platón; República; Ed. Universitaria de los Buenos Aires; 1982; Nº 464b “Por otro lado, hemos reconocido que esta unidad de sentimiento era el mayor bien para la ciudad ...”
12-Esta forma de propiedad se nutre de la caza, la pesca, la ganadería y/o de la agricultura. La división del trabajo está poco desarrollada ya que es la división natural del trabajo existente en el seno de la familia. La organización social: a la cabeza de la tribu está el patriarca, seguido por los miembros de la tribu y por último los esclavos sin conformar estos una clase social con derechos.
13-Surge por la fusión voluntaria o por conquista de diversas tribus para formar una ciudad; sigue existiendo la esclavitud. Va desarrollándose la propiedad privada mobiliaria e inmobiliaria. La división del trabajo se desarrollada más, y con ella la contradicción de intereses entre la ciudad y el campo.
14-Ésta se basa en una comunidad, pero en ésta, la clase productora no son los esclavos sino los pequeños campesinos siervos del terruño que huían del mismo y acudían en hordas a las ciudades prósperas y florecientes. Entonces, junto al desarrollo del feudalismo, se acentúa más aún la contraposición del campo con respecto a la ciudad. La organización jerárquica de la propiedad territorial y, en relación con ello las tropas armadas daban a la nobleza el poder sobre los siervos. En las ciudades se da la propiedad corporativa del artesanado. Aquí, la propiedad consistía en el trabajo de cada uno. Surgieron así los gremios. La división del trabajo se desarrolló muy poco, en el período floreciente del feudalismo, por que seguía la separación entre príncipes, nobleza, clero y campesinos; maestros, oficiales y aprendices; e incorporándose a esta división en la ciudad la plebe de los jornaleros, no encontramos ninguna otra división importante.

15-El trabajador queda disociado del producto que él hace y de todo lo que suceda con él después. Cada miembro de la sociedad satisface sus necesidades de acuerdo al poder adquisitivo que adquiere a través de vender su única propiedad privada natural: su tiempo.
16-Platón, Leyes, Madrid 1983, 2ª Ed. Ed. Bilingüe, Tomo III, 676 a-b; Introducción, traducción y notas a cargo de José Pabón y Manuel Fernández.

17-Platón, Leyes, Madrid 1983, 2ª Ed. Ed. Bilingüe, Tomo III, 676 a-b; Introducción, traducción y notas a cargo de José Pabón y Manuel Fernández.
18-Platón tiene una postura bastante pesimista frente al desempeño humano en general, pues la casualidad y una cierta condición divina sólo son capaces de revertir el proceso, o cosa que menciona indirectamente, aquellos que han sido educados según los principios platónicos (Leyes, 688 c).
19-Carlos Marx; Manuscritos. Economía y filosofía; Alianza Editorial. Madrid. 1968 p.14
 
BIBLIOGRAFÍA

* Biblia Latinoamericana, Coeditan San Pablo-Verbo Divino, Madrid, 1993.
* Platón; La República, Obras completas; Editorial Universitaria de Buenos Aires; 1982.
* Platón; Leyes, Madrid 1983, 2ª Ed. Ed. Bilingüe, Tomo III, 676 a-b; Introducción, traducción y notas a cargo de José Pabón y Manuel Fernández.
* Marx, K; El capital, Ed. Gradifco, Bs. As, 2006.

Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.

P.D: La reproducción total o parcial de éste ensayo debe contar con la autorización del autor. La misma se puede solicitar en los comentarios.

2 comentarios:

antonia obiol y corcoll dijo...

Debo reconocer que leí solo el primer parrafo... los siento.

(al margen) no uso alias, pero me he robado un nombre como quien se roba un cuerpo...


Chau

Bocha... el sociólogo dijo...

Bueno Antonia, mirémoslo así: dos hoy, tres mañana, cuatro pasado y así seguimos hasta el final... ¿qué te parece? je

(al margen) pero si haces un buen uso de ambos, envano no fue.

Saludos rituales, Bocha.

mirando por el retrovisor

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