Fue la Ciudad de Buenos Aires la que le permitió a Mauricio Macri volverse un político presidenciable. Fue la que le dio la posibilidad de mostrarse administrando “la cosa pública”, tomar distancia del hombre asociado exclusivamente a las empresas creadas por el padre o, como mucho, conductor de un club de fútbol popular. Sin los porteños, podría decirse, Macri no hubiese llegado a la Casa Rosada. La Ciudad –se sabe– tiene un electorado complejo. Hay un antiperonismo mayoritario, aunque no por eso linealmente encuadrable en un electorado mayoritariamente de “derecha”. De hecho, uno de los “éxitos” del PRO fue haber entendido esa mixtura, haber construido una comunicación que la interpretara.
Suele suceder –no sólo en Argentina– que la verdadera visión que tiene del país un dirigente político se muestra sólo cuando llega a la “cima”. Quizás sea eso lo que explica la fuerte caída que la gestión del presidente ha tenido entre los habitantes de su patria chica, los porteños, que han empezado a sentir una profunda decepción con sus políticas. Desde el mes de marzo hasta ahora, el respaldo al gobierno de Macri en la Ciudad se desplomó 12 puntos.Pasó del 52 al 40 por ciento. Y un recorrido inverso tuvo la desaprobación. En marzo, apenas el 38 por ciento de los capitalinos rechazaba la gestión del presidente. Hoy esa cifra asciende al 43. Es decir que el gobierno nacional tiene más rechazo que respaldo en el distrito que le permitió “llegar”.
Hoy, el gobierno tiene más rechazo que respaldo entre los habitantes del distrito que le permitió "llegar".
Estos son algunos de los números que arroja una encuesta de la consultora Dicen a la que tuvo acceso Tiempo. El sondeo, de 1200 casos, se realizó a mediados de agosto. El director de la encuestadora, Hilario Moreno, apeló a la famosa fase de Bill Clinton –"es la economía, estúpido"– para explicar la caída en la evolución de las expectativas. “En el caso de la Ciudad, más que la situación que viven los habitantes, es la opinión sobre el futuro económico lo que explica la pérdida de respaldo. Macri había logrado convencer, en particular a los sectores medios, de que son aspiracionales, que iban a vivir mejor que antes. Esto es lo que la mayoría de los porteños ya no cree. Piensan que están peor y que en el futuro no van a remontar”, explicó.
El mismo sondeo tiene un dato que inicialmente podría parecer contradictorio. El mandatario conserva un alto nivel de imagen positiva personal. Está cerca de 58 puntos, entre muy buena (30) y regular buena (27).
“La imagen cae siempre más lento que la aprobación de la gestión –explicó Moreno–. No es algo que le pase sólo a Macri. La Capital tiene muchos simpatizantes del presidente que, al mismo tiempo, son refractarios al peronismo. Ese sector todavía no encuentra una opción que le cuadre. Hasta cierto punto, Macri es un emergente del antikirchnerismo. Es difícil sostener que tiene una identidad política en sí mismo”. Y explicó: “Ese 27 por ciento que dice tener una imagen 'regular buena' es un sector de votantes del macrismo que cada vez tiene más críticas sobre la gestión del gobierno nacional, la desaprueba. Son sectores, como los pequeños comerciantes, que comienzan a darse cuenta de que el ajuste también es para ellos”.
Panorama electoral
El sondeo de Dicen mide también las empatías políticas de los capitalinos y sus preferencias electorales, en este caso analizadas por fuerza política. Los datos muestran tendencias que podrían ser “preocupantes” para el gobierno, teniendo en cuenta que necesita como el agua una buena elección el año que viene para tratar de fortalecerse en el Parlamento.
Los cifras confirman también que la Ciudad, al igual que la provincia de Santa Fe, sigue claramente dividida en tres grandes corrientes electorales, aunque no quiere decir que esos tercios sean “simétricos” en su caudal.
Según el sondeo, cerca del 27 por ciento de los porteños se siente más cercano a los socios del PRO que al partido amarillo. Es decir, se identifican con la UCR, dato que incluye a Martín Lousteau como candidato, con la Coalición Cívica de Carrió y con el GEN de Margarita Stolbizer. Luego, hay un 25 por ciento que dice estar claramente con el macrismo y un 20 con el Frente para la Victoria. Los números indican, por ejemplo, que si Lousteau decidiera competir el año que viene por fuera de Cambiemos le complicaría mucho la situación al oficialismo, que necesita intentar fortalecerse.
“Esa franja 'filo radical' es la misma que votó a Macri en el balotaje y que ahora es muy crítica de su gestión. Por eso es que la imagen le da más alto que el respaldo a la obra del gobierno”, remarcó Moreno.
Dentro del FpV, según el consultor, los mejor posicionados para la competencia del año próximo son Daniel Filmus, Carlos Tomada y Jorge Taiana. «
Duran Barba
El publicista Jaime Duran Barba le aseguró a la conducción del PRO reunida el viernes en San Juan, que el presidente "no está mal con la gente porque la gente sabe que tomó las medidas que había que tomar", pero sus elogios fueron para María Eugenia Vidal: "Nunca en estos 12 años que llevo trabajando en Argentina vi una persona que mida tanto como ella. El PRO tiene la persona más carismática de la política, como Vidal, y también la menos carismática, como Horacio (Rodríguez Larreta), y los dos ganaron", concluyó.
Fuente: http://tiempoar.com.ar/articulo/view/59600/
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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