Por Gastón Boco
Que los multimillonarios del mundo esconden sus riquezas y evaden
impuestos no puede sorprender a nadie. Las filtraciones de los llamados
“Panama Papers”, en los cuales se muestra como la firma Mossak Fonseca
ayudaba a clientes a lavar dinero y evadir impuestos, revela el costado
mas oscuro, corrupto y cínico del sistema financiero internacional. El
Presidente Mauricio Macri está señalado entre esos millonarios evasores
y lavadores que esconden sus sociedades en los llamados paraísos fiscales,
que alguna vez una ex-presidenta argentina rebautizó como guaridas fiscales.
Tampoco puede sorprender el rápido acuerdo con los fondos buitres que
participan de la misma lógica de negocios turbios que los implicados en los
“Panama Papers”. Así se mueven los millonarios del mundo, y lo hacen,
claro, a costa de los pueblos, esquilmando sus riquezas.
Resulta revelador, en el caso argentino, el paralelo entre los procesos de
endeudamiento del páis y la fuga de capitales, si uno observa ese gráfico
se ve claramente que la deuda se toma para que los sectores favorecidos
por ella, bancos y grandes empresarios, fuguen esas divisas al exterior
(y a paraísos/guaridas fiscales, claro) mientras la deuda es trasladada al
conjunto de la población. Esta práctica es común en el mundo y participan
de ella como grandes beneficiarios los organismos financieros
internacionales, los políticos y técnicos que llevan adelante las deudas,
las agencias que miden riesgo, los bancos que posibilitan las operaciones,
los fondos de inversión que compran los bonos, los asesores que
estructuran la fuga a los paraísos fiscales, los empresarios que se hacen del
dinero y constituyen las sociedades off shore, las compañias de seguros.
Como se ve, son una serie de instituciones que constituyen el núcleo del
sistema en el capitalismo financiero. Los convidados de piedra en esta
fiesta de buitres son siempre los trabajadores y los sectores menos
favorecidos de los países endeudados, ya que serán quienes tendrán
que pagar la deuda contraída.
Esta corrupción es ontológica al sistema financiero, y generalmente se
hace de forma legal a través de leyes como la que fue aprobada la
semana pasada en el parlamento argentino, aunque no tiene un carácter
ni legítimo ni ético, ya que es lisa y llanamente un robo legalizado y de guantes
más que blancos. Los ministros de economía juegan un papel central, así
lo hizo Cavallo en el endeudamiento de los 90´, Martínez de Hoz durante la
dictadura cívico militar y ahora Prat Gay (mencionado por el otro informe
sobre lavado de dinero en cuentas en Suiza del HSBC por el rarepentido
Herve Falciani, como estructurador del patrimonio y testaferro de una
parte de la fortuna que Amalia Lacroze de Fortabat tenía escondida en
Suiza sin declarar); también Federico Sturzenegger, actual presidente
del Banco Central y procesado en la causa del megacanje (parte
final del proceso de endeudameinto que desembocó en la crisis económica,
política y social del 2001). Como vemos, estás prácticas de corrupción a
gran escala están en manos de profesionales técnicamente formados para
eso y por empresarios que conocen las prácticas por herencia familiar, como
es el caso del actual Presidente Macri. En términos de corrupción, pareciera
que hemos pasado del chiquitaje desprolijo e improvisado de Jaime y
Boudou, al accionar de profesionales prolijos y mayoristas capaces de
quedarse de un plumazo con la riqueza de un país que, dicho sea de paso,
siempre, en todo tiempo y lugar, la producen los trabajadores.
Para un gobierno que se llenó la boca hablando de transparencia, no parece
ser la mejor noticia que su principal figura esté involucrada en sociedades off
shore radicadas en guaridas fiscales. Mauricio Macri se ufana de combatir la
corrupción, por esa razón, contra toda norma y a través de un DNU, nombró
a Laura Alonso, reconocida militante PRO y cuya fundación recibió fondos
de Paul Singer, al frente de la Oficina Anticorrupción. Nadie duda que Alonso
no investigará a su jefe político. El discurso de la transparencia y el combate
a la corrupción, baluarte del relato PRO - Cambiemos, se desmorona rápidamente
volviendose un slogan vacío que esconde la persecución ideológica contra todo
lo que huela a kirchnerismo, y que perdona, omite y niega los casos de corrupción
en el seno del PRO y en sus figuras más emblemáticas como el Presidente
Macri y su amigo íntimo Nicolás Caputo.
El combate contra los fondos buitres llevado adelante en la ONU por
el anterior gobierno peronista, era mucho más que la pelea contra Singer,
era la posibilidad concreta de un cambio de paradigma ético, capaz de poner
al ser humano por encima de la ganacia desmesurada, y a la vez ponerle
coto a estas formas legales y corruptas de esquilmar riquezas de países enteros
que, a partir de un sentido común extendido, postula como verdades reveladas
las escalas de valores que propone el mundo financiero.
Este tipo de corrupción es constitutivo y forma parte de la ontología de una
clase que cree que la apropiación de lo que producen los trabajadores es
la forma legal de construir sus riquezas y, también, de pagar sus deudas.
Fuente: https://www.facebook.com/notes/sin-medios/corrupci%C3%B3n-ontol%C3%B3gica/1686884338241453
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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