El 29 de noviembre de 1897 se convirtió en el primer complejo hidroeléctrico del país, destinado al servicio público.
- por Héctor Brondo
Intacto. El edificio de Usina Bamba se puede ver pasando La Calera, en plena quebrada del río Suquía. La estructura original se mantiene (Sergio Cejas/La Voz).
Generadores. Eran impulsados por el salto que el Suquía formaba en ese lugar (Sergio Cejas/La Voz).
Reliquia. Válvulas en el interior del edificio (Sergio Cejas/La Voz).
Se trataba de un acontecimiento histórico y por eso se habían previsto hasta los detalles mínimos de la fiesta. Acorde a la ocasión, los organizadores le solicitaron a la compañía de Otto Bemberg (concesionaria del ramal ferroviario) que dispusiera del coche más confortable y el personal de servicio a bordo mejor capacitado.
Café del Plata se encargó del refrigerio durante el viaje. Les ofreció a los distinguidos pasajeros vino jerez de alta graduación y oporto mendocino de ligero dulzor para que acompañaran las masas hojaldradas de almendra y nuez.
El Gobernador ofició de anfitrión: departió en perfecto inglés con Duncan Munro, funcionario del Ferrocarril Central Córdoba y con el general Brahe, agregado militar de la Embajada de Estados Unidos en Argentina. También moderó las conversaciones políticas entre los legisladores nacionales y personalidades locales.
El expreso partió a las 9 desde la Estación General Manuel Belgrano, de barrio Alta Córdoba. Una hora más tarde, la locomotora exhaló una bocanada de vapor y detuvo su marcha en el paraje Casa Bamba –pasando La Calera–, en plena quebrada del río Suquía.
Directivos de The Córdoba Light and Power Company (Compañía Luz y Fuerza de Córdoba) le dieron la bienvenida al séquito ilustre en el escenario natural, ornamentado con banderas celestes y blancas. Tras la entonación de las estrofas del Himno Nacional, el mandatario cordobés José Figueroa Alcorta se abrió paso entre la multitud, hasta el depósito de las turbinas. Allí cortó las cintas, pulsó un botón del tablero central y los generadores rugieron. De esa manera, el 29 de noviembre de 1897 se puso en marcha el primer complejo hidroeléctrico del país, destinado al servicio público.
Lo que soñó Joseph Oulton. Córdoba Light and Power Company (cuyo principal inversor era el estadounidense Theodoro Vail) construyó la usina conforme los lineamientos técnicos trazados originalmente por Joseph Oulton.
Este canadiense había llegado a Córdoba en 1872 para buscar oro en los ríos serranos. Había contraído la “fiebre” por el metal en California, donde entre 1848 y 1855 se vivió un fenómeno social de magnitud, a partir del descubrimiento de oro en el aserradero del alemán John Sutter, en Colomba.
Oulton contrató a dos colaboradores y se lanzó a la exploración del Suquía, desde La Calera. Lecho arriba se topó con un recodo pronunciado. “Un desfiladero extremadamente angosto de tan sólo 100 yardas de ancho (equivalente a unos 91 metros). Allí el río cae aproximadamente 40 yardas”, apuntaría en su diario personal.
Luego de la infructuosa peripecia aurífera, el canadiense instaló un establecimiento minero en Characato, en valle de Punilla. Dos décadas más tarde, regresaría a la quebrada del Suquía, entusiasmado con la idea de aprovechar el salto que descubriera en 1872.
Según comentarios de los lugareños, aquella casucha precaria habría servido de refugio a un personaje legendario de Córdoba: el indio Bamba.
El canadiense realizó estudios y determinó que si se realizaba un túnel a través de la montaña, podía desviarse el río y conducir el caudal por tuberías hacia el otro lado, salvar el salto, y aprovechar la fuerza para mover generadores de electricidad.
En 1891, Oulton presentó el proyecto en la Dirección de Riego de la Provincia, a cargo de Carlos Cassaffousth. Este ingeniero y profesor universitario había proyectado el dique San Roque, que construyó Juan Bialet Massé.
La obra del mayor embalse artificial del mundo de esa época –inaugurado el 12 de abril de 1890– se vio envuelta en una sórdida lucha de intereses políticos y económicos. A raíz de esa puja descomunal, Cassaffousth y Massé perdieron prestigio y patrimonio, fueron procesados, encarcelados y finalmente sobreseídos. En 1892 Cassaffousth se alejó de Riego y Oulton perdió la concesión de los trabajos. La construcción de la obra recayó en Federico McKinley, quien a su vez la transfirió a la empresa de Theodoro Vail.
Palanca del desarrollo. La primera instalación hidráulica de la Empresa Agua y Energía de Córdoba aportó una fuerza equivalente a 1.700 caballos de vapor (unos 1.275 KW). En 1901, la usina Bamba contaba con tres grupos generadores con una potencia de 2,4 megavatios, para un caudal máximo de 10 metros cúbicos por segundo. “Aquí se inicia el trabajo infatigable de los primeros agentes mecánicos de una evolución trascendental para nosotros; aquí nace la Córdoba industrial”, proclamó el entonces gobernador José Figueroa Alcorta, en el discurso inaugural.
La Usina Bamba tributó a la causa del progreso hasta 1964, cuando se quedó sin agua para producir energía eléctrica.
Más información
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/-calera/usina-bamba-cuna-cordoba-industrial
Saludos rituales, Bocha... el sociólogo.
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