Estados Unidos sigue perdiendo influencia global: dos bancos estatales chinos desplazaron al Banco Mundial como principal financista de proyectos de países en vías de desarrollo.
"Mi vieja mula ya no es lo que era ya no es lo que era !!!"
En una conversación que mantuvo sobre China, en 2009, con el entonces primer ministro australiano Kevin Rudd, la secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, se preguntó: “¿Cómo se puede tratar de manera dura a tu banquero?”. La reflexión fue revelada hace algo más de un año por WikiLeaks.
Los datos confirman lo dicho por la conductora de la política exterior de los Estados Unidos. China es el principal país acreedor de la alicaída potencia occidental. Y el intercambio comercial entre las dos naciones es invariablemente superavitario para la superpotencia oriental.
Los reclamos de Washington para que China revalúe su moneda, el yuang, son recibidos con extrema cortesía por Beijing... y archivados.
Los Estados Unidos pierden, desde hace dos años, su importancia como principal financista de proyectos de desarrollo científico, técnico e industrial de los países subdesarrollados. Ese liderazgo, ejercido durante casi 70 años por el Banco Mundial (BM), donde los estadounidenses ostentan la hegemonía desde su creación por la conferencia internacional de Bretton Woods (1944), ha pasado ahora a manos de dos bancos estatales chinos.
La comparación de las asistencias financieras proporcionadas por China y el BM en 2009 y 2010 revela que Beijing superó a la banca multilateral con sede en Washington. El estudio realizado por The Financial Times estableció que el Banco de Desarrollo y el Banco de Importación y Exportación de China otorgaron préstamos a gobiernos y empresas de países en vías de desarrollo por 110 mil millones de dólares, mientras que la ayuda del BM en el mismo período llegó a 100 mil millones. Y con fuertes presunciones de que las sumas aplicadas por los dos bancos chinos serían mayores que las reconocidas, porque nunca divulgan información completa sobre el destino y el volumen de las operaciones que concretan.
Como señala el Financial Times , es muy probable que esos 110 mil millones no sean el techo sino el piso de los préstamos que China otorgó a bancos centrales y empresas extranjeras.
El realismo de la política crediticia china deja de lado los condicionamientos que el BM suele plantear a la hora de conceder o negar los créditos pedidos, sobre todo cuando los peticionantes son dictaduras que violan los derechos humanos y/o carecen de políticas económicas coherentes.
Por cierto, esto no supone aventurerismo financiero por Beijing, que rara vez se equivoca en la evaluación económica y financiera de los regímenes que solicitan su asistencia.
En este sentido, “lo que hay en juego es una política moderadamente dirigista de China, que coordina su política crediticia con las necesidades de su economía real, en especial con sus necesidades de materias primas para abastecer su desarrollo económico”, recordó Marcelo Justo, analista económico de la BBC.
Fuente: http://www.lavoz.com.ar/banco-mundial/banco-mundial-no-es-lo-que-era
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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