Hace doce años se dio comienzo a uno de los festivales de Rock más importantes de la República Argentina. A lo largo de los años el “Cosquin Rock” se ha caracterizado no sólo por su capacidad masiva de convocatoria, sino también por su propensión a reunir a los músicos de mayor difusión, fundamentalmente todos pertenecientes a la Capital Federal, a la provincia de Buenos Aires y a músicos del exterior. La porción de la programación “local” fue confinada sistemáticamente a condiciones marginales. Esa condición se condensó en su relego a horarios desfavorables, a la denegación de acceso al área de prensa, a la inexistencia de cobro de cachet y/o viáticos, etc.
La situación se ha visto agravada por la exigencia a los músicos cordobeses, en la instancia de concurso previo al festival (“PRE Cosquín Rock”), de una suma de dinero encubierta como “ventas de entradas”. Requisito sin el cual no se puede concursar. Cabe recordar que es un festival apoyado por nuestros gobiernos, tanto municipal como provincial.
Particularmente este año, la producción de Cosquín Rock se desentendió de las bandas locales, ofreciendo solamente un espacio físico dentro del predio, el cual no cuenta con escenario, luces, sonido ni backline. Todo esto fue gestionado por una banda local (“Tiempo Perdido”) que se ofreció a producir el espacio.
Veinte días antes de llevarse a cabo el festival, debido a la caída de sponsors y a la negativa de “Nueva Tribu” de licuar los gastos del “tercer escenario” en los gastos generales del festival, se pidió a las bandas que habían sido convocadas por Juan Villar de “Tiempo Perdido”, un “aporte solidario” de $300 para saldar el remanente de dinero. Ante la situación descripta, algunas bandas decidieron bajarse de la programación del festival generando una polémica que llegó a plasmarse en los medios de comunicación masivos. Tal fue el caso de TORAX (Banda liderada por Titi Rivarola).
Ante la situación nefasta planteada a las bandas programadas en el tercer escenario, exigimos:
1) La inmediata absorción de los gastos del escenario “Julio Anastasia” en el presupuesto de la producción general de “Cosquín Rock”.
2) La garantía a todos los músicos que actúen en “Cosquín rock” de acceder a las condiciones “mínimas” de actuación que dignifiquen el trabajo de todos los grupos. Consideramos como condiciones mínimas el pago de viáticos, el acceso igualitario a medios de difusión, el acceso a horarios que permitan una difusión que beneficie a todos los músicos.
Aclaramos que de ningún modo culpabilizamos a la producción de “Tiempo Perdido” por lo sucedido en la medida en que consideramos que el hecho de que una banda de Córdoba deba hacerse cargo de la producción de un escenario de bandas “locales”, es en sí mismo un acto discriminatorio hacia músicos de la provincia y ciudad de Córdoba.
Esta demanda se fundamenta en:
1) La creencia de que no existen soluciones individuales para problemas que son colectivos.
2) La fuerte convicción de que el mercado local debe beneficiar los productos locales, como también que la Cultura local debe beneficiar los productos culturales locales.
¡Por condiciones dignas de trabajo!
Por una Ley nacional de la Música que nos contenga a todos y promueva la música nacional.
(Se agradece la difusión de este documento)
-Julian Beaulieu (Músico, Secretario de Músicos Convocados de Córdoba- MuCC)
-Marcos Luc (Cantautor)
-Marcos Porras (Músico)
Saludos rituales, y basta de traer a los hijos bobos del rock, Bocha.
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