
Por Jesús M. Herrera A.
Conferencia presentada en el XXVII Encuentro Nacional de Estudiantes y Pasantes de Filosofía.
Universidad Autónoma de Baja California, Facultad de Humanidades.
12 de mayo de 2010
En esta oportunidad expondré los principales conceptos de la hermenéutica analógica, a la vez que se van presentando algo de las ideas de Mauricio Beuchot, quien es el líder e iniciador de esta propuesta teórico-metodológica que nace en la UNAM, en el Instituto de Investigaciones Filológicas.
Y ahora se trata de una propuesta filosófica que ha tomado la forma de un Movimiento intelectual, de una escuela, no sólo filosófica, pero sí que va atendiendo a la filosofía como una brújula cuando se trata de aplicar esta hermenéutica a áreas o disciplinas distintas de la filosofía.
Después pasaré a mencionar la presencia del Movimiento de la hermenéutica analógica en Iberoamérica, toda vez que esta labor rinde como un trabajo latinoamericano que nace en México, atento a los retos que América tiene, buscándose su propia identidad, y con todo ello comenzando a escucharse en España y otras latitudes europeas.
Al final enlistaré las áreas en donde se está aplicando una hermenéutica analógica y las ramificaciones que, precisamente por virtud de estas aplicaciones, van dándose.
Hermenéutica
La hermenéutica ha sido para la posmodernidad su instrumento filosófico; ya nos ha dicho Gianni Vattimo que la hermenéutica es la koiné de la posmodernidad, i. e., “el idioma común dentro de la filosofía y de la cultura1”.
La hermenéutica es un nuevo instrumento para hacer filosofía y ciencia. Es curioso ver que si hay quien se resista a la hermenéutica, su discurso de resistencia no es otra cosa que una interpretación, tal vez muy apologética como llegaron a serlo los metarrelatos ilustrados, pero en este tiempo, los fines de esta apologética son hermenéuticos, ya que serán en pos de defender tal o cual tradición.
La hermenéutica, como bien suponemos, es la disciplina: una ciencia a la vez que arte asegura Mauricio Beuchot2, para la interpretación de textos; la hermenéutica es ciencia en tanto que tiene unos cuantos principios “que le sirven para estructurar lo que va aprendiendo acerca de la interpretación de los textos3”, y también es arte en tanto que la hermenéutica ofrece reglas para regir la interpretación4.
Con todo, la hermenéutica es un saber de la comprensión5, lo cual viene a iniciar un nuevo camino, como superador de la explicación. Es que a la modernidad se le acusa de ser excesivamente explicativa; acusación que me atrevo a leer en la necesaria denuncia e implicaciones heideggerianas del olvido del ser a través de la confusión entre ser y ente.
Fue Wilhelm Dilthey quien nos dejó una síntesis que ahora se sigue retomando en el cultivo de la hermenéutica, él decía que las ciencias de la naturaleza son explicativas mientras que las del espíritu son comprensivas, por eso es que para las del espíritu, para obtener comprensión, se requiere del trabajo hermenéutico. Ya en su Historia de la hermenéutica el italiano Maurizio Ferraris trabaja en la posible relación6 entre explicación y comprensión que, según Beuchot –y el mismo Ferraris, por supuesto–7, había quedado escindida desde Dilthey8.
Lo que se interpreta a través de la hermenéutica son textos: y estos no se restringen sólo a los que son escritos; dice Beuchot que “Entendemos aquí por textos aquellos que van más allá de la palabra y el enunciado. Son, por ello, textos hiperfrásticos. Es donde más se requiere el ejercicio de la interpretación9”. Texto es, pues, todo lo que sea interpretable, y entre más polisemia haya en lo interpretable10, más susceptible de una hermenéutica se hace el texto. Y Beuchot acentúa más la importancia del texto al decir que en él es en donde se dan cita el autor y el lector11.
Razón unívoca
Una hermenéutica analógica observa que el cultivo de la hermenéutica, en tanto que se le ha adjudicado una vocación nihilista, gracias a la presencia de Nietzsche en la hermenéutica según Vattimo, renuncia, precisamente por esa vocación nihilista, a todo lo que tenga el mínimo vestigio modernista. De manera que hay una inercia por la cual la hermenéutica es una forma de derrocamiento de la metafísica, en el sentido de que la hermenéutica pareciera resistirse a una posible conciliación entre ese comprender y ese explicar diltheinianos.
Ahora bien, desde que se está ideando por el líder de esta empresa interpretativa, lo que va siendo este cultivo hermenéutico de contenido analógico, comienza un primer trabajo dialéctico, muy hegeliano en principio, aunque la idea exige distanciarnos de Hegel sin dejar la dialéctica; en principio, pues, es una dialéctica hegeliana pero con terminología aristotélica al modo que se la apropió Tomás de Vío, mejor conocido como Cardenal Cayetano entre el Siglo XV y el XVI; lo que sucede es que Beuchot observa esta dialéctica cuando mira atorado el diálogo filosófico entre dos tradiciones: una es la tradición hermenéutica de carácter fenomenológico y existencialista, que es comprensiva, y otra es la praxis filosófica de carácter logicista y epistemológico que es de índole explicativo.
Hay, pues, una tesis, que es la de la razón unívoca: que corresponde a lo más tradicional de una modernidad ilustrada, epistémica, que siempre aspiró al ideal cartesiano de lo claro y distinto y que terminó siendo pura egología; a este respecto dice Beuchot que ésta, la razón unívoca ya es más bien una hermenéutica unívoca, puesto que una razón de tipo científico ineludiblemente se construye una cosmovisión, la cual ha detentado la interpretación del mundo. La ha detentado en el sentido de que lo claro y distinto se opone a lo polisémico y, aún así, paradójicamente el mundo se interpreta cuantitativamente.
Razón Equívoca
Luego a la razón unívoca se le opone dialécticamente una razón equívoca, una hermenéutica equivocista en términos de Mauricio Beuchot; es la racionalidad a la que más tiende la hermenéutica en la posmodernidad, precisamente para responder a su vocación nihilista, lo cual se da sobre la advertencia de que la razón moderna falló y sólo produjo campos de exterminio12.
El riesgo de una hermenéutica equivocista es que termine en lo completamente inconmensurable y obscuro; en un relativismo absoluto que se autorrefute13. Más bien se trata de cultivar un relativismo moderado o analógico14, evitando que haya una regresión a esa modernidad solipsista, esencialista y referencialista. Y también impidiendo una cerrazón con el mundo de la ciencia y su lenguaje propio.
Ya la misma bioética, que aquí para describir me resulta paradigmática esta disciplina, es una ciencia que exige de este diálogo de la comprensión, el cual sólo es posible por una filosofía hermenéutica, para hacerse presente en el mundo de la explicación, que ante el sentido y lo ineludiblemente trágico de la vida se hace insuficiente. Se espera lo que se pueda esperar del lenguaje de la ciencia y sus recursos para vivir bien, pero la vida dependiente de la ciencia exige más de la comprensión, pues asegura Beuchot, somos más simbólicos que biológicos15. Se requiere, por eso, para este diálogo, de una hermenéutica analógica.
Razón Analógica
En esa dialéctica con terminología cayetiana, resulta que la analogía se coloca entre la univocidad y la equivocidad, no sólo las tensiona, sino que vive de la misma tensión16 que la analogía realiza.
Pero al hablar de analogía estamos superando la actitud hegeliana de la dialéctica. La metáfora esclavo-amo supone la exclusión del esclavo, sin aniquilarlo, sólo hay que mantenerlo excluido para que el amo viva. Mientras que en la analogía queremos una dialéctica de la inclusión, que ya ha se ha encontrado de diversas maneras, pero es Enrique Dussel el que en este orden de ideas nos ayuda con su noción de analéctica, para comprender a la analogía como dialéctica incluyente, de hecho Beuchot dice que Dussel es un antecesor de la hermenéutica analógica con su “pensamiento de la analogía entendida como analéctica”17.
La universalización de la hermenéutica en la contemporaneidad la viene asegurando Gadamer en su obra Verdad y Método18, y ya desde él mismo la hermenéutica se comienza a perfilar como una labor auxiliar en la investigación19; Beuchot, pues, quiere a través de la analogía que esa función sea particularmente dialógica20.
Una hermenéutica analógica lo que hace es explicitar y continuar un trabajo que ya viene intentándose, dialógico, de moderación; es un trabajo que de pronto se ha detenido y luego ineludiblemente quiere recuperarse. Pues lo que más ha prevalecido es una toma de posiciones radicalmente antagónicas, entre dos mundos con sus respectivos lenguajes: unos unívocos y otros equívocos, cada uno con sus luces y sus sombras, con sus virtudes y vicios o fracturas; y en la medida en que no se toquen analógicamente, más que lucir sus virtudes, lo que sigue viéndose es la prevalencia de sus sombras, radicalizando sus excesos o defectos: lejos de tocarse analógicamente los extremos, lo que sucede es que estos se confunden, donde uno critica al otro, casi siempre al margen de una actitud hermenéutica, en el sentido de cerrarse a la escucha, lo cual termina en descontextualizar al otro, y el poner un texto en su contexto es la primera actividad hermenéutica.
El cultivo de la analogía es viejo, en medio de la controversia del surgimiento del pensar y el término analogía, Beuchot toma partido por el sentido pitagórico del término, ya que los pitagóricos veían a la analogía “como [dice Beuchot] proporción matemática. Estos la aplicaron a la filosofía, como buscando un ideal de proporción, armonía y orden21”, Beuchot ve la analogía pitagórica como el prototipo de analogía; ésta era para los pitagóricos un modo de evitar lo que luego en Aristóteles será el exceso y el defecto, es la búsqueda del equilibrio que por definición es difícil, ya que no se trata del equilibrio como un punto medio equidistante, que ha sido una lectura univocista de la primogénita de la analogía, que es la virtud.
Lo que resulta y basta es el tocamiento analógico de los extremos22, y no de la confusión entre ellos, es una analéctica, una dialéctica inclusiva, que Beuchot la refiere precisamente en la descendencia analógica; es que la analogía, como lo acabo de advertir, es progenitora, primero de la virtud, empezando por la de la frónesis; luego también engendra mestizaje e hibridez; la condición fronteriza y limítrofe son hijas también de la analogía.
La virtud, el mestizaje, la hibridez, la condición fronteriza y limítrofe, nos advierten que la analogía no se queda siendo un eclecticismo simple, el cual sería univocismo, y tampoco la analogía es un sincretismo al gusto de cada subjetividad, lo cual sería equivocismo. Lo que engendra la analogía, como la virtud, el mestizaje, la hibridez, las condiciones limítrofes y fronterizas son modos de diferir en una hermenéutica analógica, de alcanzar la diferencia que, con justa razón, tanto se nos ha exigido desde Heidegger.
Y es que la diferencia no ha de ser la total obscuridad que no sólo cierra el diálogo y niega el sentido, y por supuesto que no ha de seguir siendo ese retorno nostálgico a la identidad e igualdad, más bien lo analógico sería la equidad.
La analogía salvaguarda la diferencia, tiende más a la equivocidad precisamente para salvaguardarla, pero cuida de no renunciar aunque sea mínimamente a la semejanza, de manera que se evita la inconmensurabilidad y el caos; se hace que los extremos se toquen, a la vez que se evita esa dialéctica en que no queda nada nuevo pues más que tocarse los extremos se han confundido.
La hibridez es algo nuevo, el mestizaje es algo nuevo: diferente, se pueden ver como vástagos y como modos de la analogía que aun tendiendo más a la diferencia, no obstante la predilección de la diferencia y la equivocidad hay un mínimo suficiente de semejanza, con lo cual no se pierde el piso de la realidad; la analogía es un modo de estar más allá del ente como quería Heidegger; o más allá del ser como fue lo que trabajó Zubiri buscando la realidad; y de otro modo es algo también buscado por Levinas. La analogía es diferencia pobre, no miserable o mezquina, y alcanza a dar, dice Beuchot, lo suficiente23, puesto que ella es referente de moderación.
Símbolo/Icono
En el mapa del trabajo filosófico posmoderno la hermenéutica analógica encuentra eco en la razón simbólica, en el recurso del símbolo y del mito para continuar con el trabajo filosófico. Y en virtud de esto es que se recupera ese puente que ya tendió Kant, cuando decía que lo más analógico es el símbolo.
El símbolo es lo más analógico, ya que no se les puede interpretar unívocamente, eso es enmudecerlo, pero tampoco se puede dejar a los símbolos en la equivocidad, eso también sería acallarlos y no dejar a los símbolo cumplir su vocación más sublime, que por definición etimológica es la de reunir, hacer comunidad.
El símbolo de Beuchot, y para la hermenéutica analógica, es el icono de Peirce, éste, el icono “coincide con la noción de símbolo de la escuela europea continental, como en Eliade, Cassirer y Ricoeur. Es claro, por ejemplo, que el icono peirceano es el símbolo ricoeuriano. Podemos hablar, pues, del símbolo-icono”24.
Este icono es “el signo que con un fragmento nos remite al todo, nos hace conocer la totalidad de la que forma parte. Por eso el símbolo tiene una función metonímica: hace pasar de la parte al todo, esto es, sirve para universalizar. Pero la metonimia es también pasar de los efectos a las causas, es encontrar explicaciones. Y al explicar se universaliza, se encuentra una ley, un logos. Pero no sólo es metonimia; Peirce coloca entre los tipos de icono a la metáfora. Además de metonimizar, el símbolo metaforiza, cambia los significados. De hecho la metáfora apoya a la metonimia…25”. Ya la hermenéutica metafórica es una empresa iniciada por Paul Ricoeur, la cual quiere continuarse a través de una hermenéutica analógica; más aún, la hermenéutica analógica le debe mucho a la hermenéutica metafórica de Ricoeur.
Metáfora y metonimia son los polos a los que tiende el discurso humano, según Beuchot siguiendo a Roman Jakobson; y siguiendo a Octavio Paz, Beuchot dice que lo propio de la analogía es conjuntar metáfora y metonimia26.
La metáfora y la metonimia, en tensión dialéctica, son las que logran la analogicidad; cada una son analogías de por sí, y más aún se requieren dialécticamente para evitar que se pierda lo analógico de ese texto, de ese símbolo, que por su polisemia se hace de difícil acceso. Ante el texto la metáfora y la metonimia son como analogías imperfectas cada una, y es el texto o el símbolo la que las reúne para hacer analogía.
Y bien, decíamos que para Beuchot, en una hermenéutica analógica, el símbolo corresponde al icono de Peirce. Quiero entonces subrayar el hecho de que éste, el icono, es, decíamos citando a Beuchot, aquello que nos hace pasar del fragmento al todo. Esto corresponde con el símbolo porque éste se compone etimológicamente de “Syn y ballo”, lo cual indica “arrojar conjuntamente dos cosas. Y se arrojaba de manera conjunta precisamente porque la una era el complemento de la otra, ambas eran partes de una tercera cosa, y juntándolas pegaban perfectamente27”. Y de esto se trata la dialéctica analógica o analéctica aludida, en hacer que las partes, los extremos, los fragmentos se alcancen, precisamente, en sus límites, lo cual dará algo nuevo, diferente, i. e., un mestizo, un híbrido, algo limítrofe o fronterizo.
Del icono también me gusta subrayar otra expresión que me parece muy descriptiva de los alcances que tiene, pues éste, el símbolo/icono, nos permite clonar la realidad28.
Hermenética analógica y filosofía latinoamericana
David Sobrevilla, filósofo latinoamericanista, en su ponencia La filosofía latinoamericana: de una filosofía heterogénea a una filosofía homogénea29, nos expone sinópticamente las principales líneas de investigación, los filósofos y el cultivo de la filosofía que están dándose en Latinoamérica, a saber: Filosofía de la ciencia y Analítica, Filosofía Intercultural, Filosofía de la liberación y Filosofía inculturada, Fenomenología y Hermenéutica en donde, precisamente, nos sugiere a Beuchot como un líder del cultivo de la hermenéutica.
Una de las tesis de Sobrevilla es que Latinoamérica le está dando un sello al cultivo de la filosofía, de manera que esto es una muestra de cómo se va cumpliendo, difícilmente, pero creo que a pasos seguros, ese ideal de Leopoldo Zea, de que la Filosofía latinoamericana era filosofía sin mas.
Una mirada analógica fue la que se opuso al status quo30 en el tiempo de la colonización de América Latina; se daba la univocidad que incluso pretendía negar la humanidad de los nativos y se les veía como puros salvajes, y esto terminaba en esa equivocidad violenta, que tanto se justificó filosófica y, en muchos, incluso teológicamente.
Ya Beuchot ve una presencia de la hermenéutica analógica en Latinoamérica, la cual consigue el mestizaje; dice él que un tiempo muy analógico fue el barroco del S. XVII, “Es una época en la que ya las razas no se dedican a destruirse, sino que se consolida esa fusión de las mismas que es el mestizaje”31.
De manera que en esta ocasión, quisiera seguir en la línea de la analogía en su modo de mestizaje. Es que en lo concerniente al trabajo filosófico latinoamericanista, Beuchot centra su atención en el mestizaje, y como ya adelanté esto es algo nada menos que genéticamente analógico.
En donde cabe releer la crítica liberacionista, que no deja su rigor necesariamente marxista, de denuncia y de acción; pero también la enseñanza de Leopoldo Zea, que Beuchot retoma en los siguientes términos: “¿qué es lo que hace latinoamericana una propuesta filosófica? [y se responde Beuchot] [Que] No [es] porque se haya realizado en Latinoamérica, eso no basta. Tal parece que es Leopoldo Zea el más indicado para dar respuesta a esto, y él dice que es una filosofía en función de la situación concreta, esto es, surgida de la problemática latinoamericana y elaborada para responder a ella. Esto involucra a mi parecer [dice Beuchot] dos cosas: la atención a la historia y la atención a los problemas más acuciantes del momento presente con la intención de ofrecer una respuesta para ellos32”.
Me parece, pues, que la atención de Beuchot al asunto de por sí difícil de si hay una filosofía latinoamericana, no se queda en las ramas de los que juran unívocamente una autenticidad, y de los que también se pierden justificando equivocistamente una inautenticidad.
Ya el poner la atención en el mestizaje es comenzar a respetar la diferencia, recordemos que aún hay quienes no comprenden la diferencia del mestizo, del mestizo como diferente y no como extraño, y mucho menos como inferior. De ese barroco latinoamericano, Beuchot refiere la obra de Sor Juana Inés de la Cruz como paradigma de texto barroco y mestizo, específicamente nos recomienda el Primero Sueño de la poetisa mexicana.
Otro rubro que se va cabeceando de lo unívoco a lo equívoco en el asunto del trabajo latinoamericanista, es, siguiendo a Napoleón Conde Gaxiola, llevar al diálogo analógico a los indigenistas y a los hispanistas33, de manera que se eviten los radicalismos que terminan, los dos, de forma violenta.
Me parece que el lenguaje y el sentido de mestizaje ha hecho que se estén consolidando los círculos que hacen crecer el Movimiento de la hermenéutica analógica en Latinoamérica, está dando resultados como una teoría y metodología filosófica para las necesidades latinoamericanas, de manera que círculos de este Movimiento y/o módulos de hermenéutica analógica están en Argentina, Chile, Colombia, República Dominicana34, y va tomando alcances iberoamericanos porque se le ha recibido aceptablemente en España35.
Fuera de Iberoamérica hay interés por la hermenéutica analógica en Rumania e Italia; además de que se cuenta con la traducción en inglés del Tratado de hermenéutica analógica, que es la obra fundamental.
Aplicaciones y Ramificaciones
Finalmente, las aplicaciones que se están haciendo de la hermenéutica analógica. Definitivamente que se comienzan a ver primeramente en el terreno de las humanidades: primero hay que mencionar a la filosofía en sus diversas asignaturas; se le aplica al derecho; a la psicología, a la Antropología científica; a la literatura; a la pedagogía y Educación (que es el rubro en donde más me he detenido con mi texto “Persona, Educación y Valores”, y en mi trabajo columnístico).
Y ya en terrenos no tan humanísticos, se está aplicando a la arquitectura; al urbanismo; al turismo; a la “Evaluación de la calidad” desde una perspectiva hermenéutica, donde la analógica resulta la vertebral de la hipótesis en ese trabajo36. También comienzan a hacerse aplicaciones a la Ingeniería en sistemas, por obra de Ramón Marín desde la UNAM.
Y por último, se habla de ramificaciones de la hermenéutica analógica, ya que ella “ha suscitado nuevas corrientes37”, que de hecho son las que van dedicándose a cultivar las aplicaciones que ya tienen un terreno en proceso de maduración, pues algunas aplicaciones apenas son intentos y otras ya tienen líderes muy representativos; pues bien, las ramificaciones son: la hermenéutica analógico-barroca; la hermenéutica simbólico-analógica; la hermenéutica del equilibrio pulsional; el Iusnaturalismo histórico analógico; la Hermenéutica analógico-crítica; y la Referencia analógica38.
Notas al pie de página
1 VATTIMO Gianni, Ética de la interpretación, Barcelona, Paidós: 1991, p. 55.
2 BEUCHOT Mauricio, Tratado de hermenéutica analógica. Hacia un nuevo modelo de interpretación, México, UNAM/ÍTACA3: 2005, pp. 19-20.
3 Ibid, p. 19.
4 Idem.
5 Cfr. GADAMER Hans-Georg, Verdad y Método I, Salamanca, Sígueme6: 2001, p. 230.
6 FERRARIS Maurizio, Historia de la hermenéutica, Madrid, Akal: 2000, pp. 296ss
7 Idem.
8 Tratado de hermenéutica analógica, ed. cit., p 61.
9 BEUCHOT Mauricio, Exposición sucinta de la Hermenéutica Analógica, en Solar. Revista hispanoamericana de Filosofía, n.º 3, año 3, Lima, 2007, p. 69. Disponible en línea: http://www.revistasolar.org.pe/3/06_beuchot.pdf
10 Cfr. Idem.
11 BEUCHOT Mauricio, Perfiles esenciales de la hermenéutica, México, primera coedición UNAM/CFE: 2008, p. 43.
12 Palabras de Beuchot en: SICILIA Javier, Entrevista con Mauricio Beuchot. Dios Posmoderno, Revista Letras Libres, Diciembre: 1999, pp. 46-49.
13 Perfiles esenciales de la hermenéutica, ed. cit., pp. 53-54.
14 Idem.
15 BEUCHOT Mauricio, Antropología Filosófica: Hacia un personalismo analógico icónico, Madrid/México, Fundación Emmanuel Mounier/IMDOSOC: 2004, p. 57.
16 Exposición sucinta de la Hermenéutica Analógica, ed. cit., p. 72.
17 BEUCHOT Mauricio, Lineamientos de hermenéutica analógica, México, Ideas Mexicanas: 2006, p. 101.
18 GADAMER Hans-Georg, Verdad y Método I, op. cit. Verdad y Método II, Salamanca, Sígueme2: 1994.
19 Verdad y Método I, op. cit., p. 239.
20 Perfiles esenciales de la hermenéutica, ed. cit., pp. 111ss.
21 CONDE Gaxiola Napoleón, Conversación en México con Mauricio Beuchot, en Anuario de Historia de la Iglesia, año/Vol. XVI, Pamplona, Universidad de Navarra: 2007, p. 378. Disponible en línea en: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/355/35516026.pdf
22 Exposición sucinta de la Hermenéutica Analógica, ed. cit., p. 75.
23 BEUCHOT Mauricio, En el camino de la hermenéutica analógica, Salamanca, San Esteban: 2005, pp. 41, 45, 51.
24 Tratado de hermenéutica analógica, ed. cit., p. 190.
25 Perfiles esenciales de la hermenéutica, ed. cit., p. 142.
26 En el camino de la hermenéutica analógica, ed. cit., p. 120.
27 Perfiles esenciales de la hermenéutica, ed. cit., p. 141.
28 Tratado de hermenéutica analógica, ed. cit., p. 191.
29 SOBREVILLA David, La filosofía latinoamericana: de una filosofía heterogénea a una filosofía homogénea, disponible en: http://www.comisionunesco.cl/Unesco/filosofia/dia_mundial/ponencias/david_sobrevilla.doc. Recuperado por última vez el 8-01-08.
30 BEUCHOT Mauricio, La querella de la conquista, México, Siglo XXI: 1992.
31 Lineamientos de hermenéutica analógica, ed, cit., p. 47.
32 Ibid, p. 41
33 CONDE G. Napoleón, Hermenéutica analógica, aspectos filosóficos actuales, en Revista Analogía Filosófica, Número especial 17, México: 2005, pp. 35ss.
34 CONDE G. Napoleón, El Movimiento de la hermenéutica analógica, México, Primero Editores: 2006, pp. 50-65.
35 Idem. Además, ORTEGA Joaquín Esteban (ed.), Hermenéutica Analógica en España, Universidad Europea Miguel de Cervantes (Colección Seminarium): 2008.
36 SALGUERO Moya Karla, La evaluación de la calidad desde la perspectiva hermenéutica, disponible en: http://www.gc21.de/ibt/site/csuca/ibt/cat08/web/Ejes/Ejes%20Cultura/ponenciacsucaKarlaSalguero.pdf.
37 El Movimiento de la hermenéutica analógica, op. Cit., p. 41.
38 El Movimiento de la hermenéutica analógica, op. Cit. Pp. 41-49.
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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