William BOWLES (Gran Bretaña)
Pocos lectores tienen conocimiento de la Private Eye, seguramente la única revista satírica en Gran Bretaña con la historia de decenios de años, que se queda como una astilla en el cuerpo de la élite política [1], aunque los propios redactores de la revista pertenecen en gran medida a la élite política. Es precisamente por eso que a los redactores de la Private Eye les caracteriza el entendimiento peculiar de los mecanismos de la corrupción y de otros males, prosperantes en la élite británica de la gobernación, que les ayuda a sus amiguitos del mundo de los negocios a meterse en los bolsillos de la sociedad.
El gran mérito de la Private Eye es precisamente la posesión de la información cerrada sobre los vínculos entre los negocios (grandes) de Gran Bretaña con el estado en el nivel nacional y el regional. Prácticamente sobre cada gran escándalo, que al fin y al cabo hace eco en la gran corriente mediática, por ejemplo, sobre la catástrofe, provocada por las acciones de la compañía Trafigura, la primera en escribir es la Private Eye (la empresa vendedora del petróleo Trafigura arrojó al mar en la región de Costa de Marfil miles de toneladas de residuos peligrosos para la vida, provocando la muerte de 16 personas y lesiones de 31 mil personas) [2]. Cuando al fin y al cabo esta historia se hizo pública, la compañía Trafigura aplicó todos los esfuerzos para callar el caso y contrató la agencia de Carter-Ruck para lograr la prohibición judicial de la publicación de las noticias sobre la catástrofe. (La agencia Carter-Ruck se honra por la mención prácticamente en cada número de la Private Eye, donde no la denominan cariñosamente de otra manera, que Carter-Fuck).
"Los señores de la Carter-Fuck, los encargados vanidosísimos en toda Londres, promueven su negocio gracias a las capacidades incomparables en la esfera de la reputation management", - escribe la Private Eye (30 Oct– 12 Nov, 2009).
La esencia de esta historia se basa en el hecho de que Carter-Ruck logró conseguir la decisión judicial secreta, gracias a la cual el parlamento se privó de la oportunidad de discutir los negocios de la compañía Trafigura. La Private Eye caracteriza el caso dado como "la censura a base del proceso judicial", los muchachos de Carter-Ruck son especialistas en este campo.
Tales leyes salvajes sobre la calumnia, como en Gran Bretaña, no existen en ningún otro lugar del mundo. Incluso en este país se extienden las órdenes tristemente conocidas, que funcionan como una mordaza. Durante los años de su existencia la revista Private Eye escribía en numerosas ocasiones de las demandas judiciales sobre la calumnia, y para sobrevivir en esta situación le ayudaban a la revista sólo sus protectores adinerados.
Como una ilustración, de cómo se han empalmado el estado y el gran negocio británicos, puede servir el artículo en uno de los últimos números de la Private Eye sobre los vínculos financieros entre el gobierno y la misma Trafigura.
Se trata de las relaciones entre la compañía Trafigura, que se encuentra en la propiedad social de la compañía The Commonwealth Development Corporation (CDC) [3] y la compañía extractora Anvil [4], poseedora de una fama "dudosa", que en realidad es una parte de la compañía "tóxica" Heritage Oil & Gas de Bob Fridland, que a su vez tiene relaciones financieras con las empresas comerciales, que se esfuerzan en conseguir concesiones en condiciones especialmente ventajosas en la esfera de la extracción de minerales en África [5]. Y la esencia de esta sucia historia radica en el hecho de que la Trafigura estaba invirtiendo medios sociales en la compañía, que por la ganancia prácticamente se decidió a un asesinato.
El club, formado por viejos amigos y un par de chicas
En esta historia se trata de las relaciones de incesto y enredadas al máximo entre el estado y el gran negocio británico, las relaciones, que a lo largo de siglos se están alineando totalmente dentro del círculo de "los suyos". Estas relaciones lograron a lo largo de su desarrollo nuevas alturas (o grados de la caída, dependiendo del punto de vista) durante la época del gobierno de "nuevos" laboristas.
Por ejemplo, existe una compañía denominada Capita (la que en la Private Eye llaman como Crapita, o mierdita), que mete sus tentáculos en los pedazos más sabrosos del pastel, tales como el reclutamiento del personal, el "consulting", las tecnologías informáticas y la subcontratación, en otras palabras, las actividades, que son en mayor medida el territorio vedado de los "nuevos" laboristas.
Es suficiente echar una mirada a la genealogía del "círculo interno" laborista; son totalmente juristas, contables, inversores, especialistas en relaciones públicas (o sea, en la propaganda, el mercadeo y la publicidad) y, claro está, las personas procedentes del mundo del periodismo. Muchos de ellos tienen algo en común con sus colegas de la pléyade de los neoconservadores norteamericanos, o precisamente, el pasado "trotskista". Es la gente, que estudió, principalmente, en las mismas universidades, en el mismo tiempo. A diferencia de ellos la jerarquía tory sigue parada con una pierna en la "vieja" escuela con el "viejo" dinero, razón, por cual está atada tan estrechamente a la idea del mercado Común, añorando los tiempos, cuando Gran Bretaña era la dueña de los mares.
Los "nuevos" laboristas británicos tomaron como la base el modelo de Reagan y Tatcher con su arquetipo victoriano del capitalismo de rapiña, suponiendo, que esta vez el modelo trabaje bajo la dirección de los torpes con los diplomas universitarios y la avaricia exclusiva al dinero y al poder.
La información respectiva no cambia nada, ya que se ha formado el sistema integrado, adelantado técnicamente y monolítico de la manipulación social, que influye a la sociedad que permanece en el estado soñoliento.
Tomemos como ejemplo las relaciones personales entre Tony Blair, por una parte, y Rupert Murdoch con su News Corporation, por la otra. The Sun, el principal y el más basurero periódico de Gran Bretaña, que pertenece a Murdoch, ayudó con su apoyo abierto a Tony a salir del ghetto, pero hace poco tiempo Murdoch se pasó al otro lado, y The Sun se enchufó al apoyo a los tory. En realidad, el gran negocio está dispuesto a prestar ayuda a cualquier gobierno, que tome todo bajo el control. Y el uso de algunos otros métodos, por ejemplo, en los medios de comunicación masiva estatales, como la BBC, persigue el mismo objetivo, al que aspira The Sun: la conservación del status quo social.
La BBC, por ejemplo, está orgullosa de no ser la vocera de "las opiniones" en el momento de confeccionar las noticias. Incluso se afirma, que allí piden tajantemente a los huéspedes que "dejen su opinión en la entrada" o algo por el estilo. Sin embargo los periodistas, que trabajan para la BBC y la prensa corporativa, tienen el único imagen de fondo y el único punto de vista sobre las cosas, de acuerdo al cual las noticias importantes son sólo aquellas, que se presentan precisamente así y no de otra manera. Toda esta gente son egresados de las facultades universitarias de periodismo, donde enseñan, que para el periodismo "la objetividad" es la ley de hierro. Esta gente flanea constantemente entre el gobierno, "el periodismo" y la propaganda (relaciones públicas); ora se hacen consultantes y consejeros del gobierno, ora regresan a los mismos roles en el negocio, donde usan con la ventaja sus elaboraciones cerradas, adquiridas en el servicio estatal. Es una vida muy confortable y harta en el aparato ramificado del gran negocio.
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1. Mira el artículo de la Wikipedia The Establishment
2. Información suplementaria sobre cómo esta información apareció en los medios de comunicación masiva, se la puede encontrar, por ejemplo, en: "What The Guardian's Banned From Telling You", The Third Estate, 12 October, 2009.)
3. Mira: "MPs blast "incompetent" Brown over company sell-off", The Guardian, 25 November, 2007.
4. "Anvil Mining inks strategic alliance with Trafigura Beheer", Steel Guru, 12 August, 2009.
5. "Además, uno de los jugadores secretos, Bob Fridland "tóxico", quien representa la fuerza influyente detrás de las espaldas de la compañía de Tony Bakingam Haritage Oil & Gas, quien es además un secuaz del coronel Tom Spicer, dejó detrás sí en el proceso de la búsqueda de oro huellas tóxicas en Birma, EEU, Canadá y Venezuela. La investigación, de acuerdo a la cual el costo de las actividades de la liquidación de las sustancias tóxicas asciende a centenares de millones de dólares (los que no es él quien tendrá que pagar): "Tony Blair's pet Bulldog? The curious case of Colonel Tim Spicer", William Bowles, 18 August, 2004. Precisamente tales vínculos sirven como ejemplo de la esencia sucia y profundamente corrompida de las relaciones entre "los nuevos" laboristas y el negocio. Las excavaciones posteriores revelaron diferentes vínculos entre Trafigura y Heritage Oil & Gas y, por ejemplo, el banco francés del partido Británico nacional. La información posterior sobre Bob Fridland se encuentra en: "TOXIC BOB" WASTES BURMA: Forced Labour and Pollution Rampant at Canadian-owned Mine".
6. La información suplementaria sobre la compañía Trafigura se contiene en el dosier Greenpeace.
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave MAría Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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