La causa de aquel tristemente celebre puñetazo de 1976 que le dio al sí premio Nóbel de Literatura Gabriel García Marquez alias Gabo, ¿fue la defensa del honor de una mujer o de una nación? hasta el día de hoy no se sabe. Vargas Llosa no cometa el error de incurrir en juicios políticos, como lo hizo en la recopilación de cuentos de Cortazar (Ediciones Alfaguara). La trompeta de Deya pudo quedar como el conmovedor testimonio de una amistad literaria y personal de no ser por esos párrafos sentenciosos en los que Llosa oficia un inmerecido papel de inquisidor de conciencia. Vargas llosa tiene un ligero resplandor en la frente y profundas tinieblas ideologicas en la conciencia. Divaga en un espacio en el cual flota pero a su vez lo contiene, pero que siempre al final corre para el lado que sopla el viento... y eso que en el espacio no hay viento. Cualquier cosa lo seduce... una tía lejana (su primera esposa), una prima (su actual esposa); seducido por el socialismo pero inconscientemente seducido también por el liberalismo. Vargas Llosa se mueve en una cierta ambigüedad, pues si bien afirma que no quiere ser considerado como una catedral o un oráculo a quien todo se le consulta, actúa de esa forma y lamentablemente es visto así por algunos sectores.
Vargas Llosa va sustituyendo en su lenguaje la palabra revolución por la de democracia, la de socialismo por la de libertad. Incluso, confiesa sus nuevos descubrimientos intelectuales, como la obra del gran pensador liberal Isaiah Berlin; mientras tanto, Sartre y el existencialismo van quedando atrás. Luego de haber sido un admirador de las causas revolucionarias y del socialismo, Vargas Llosa confiesa ser un conservador y que solamente reacciona.
En tanto intelectual, lo que Vargas Llosa defiende, por sobre todas las cosas, según él, es la integridad y autenticidad del escritor, y de decir lo que cree honestamente es la verdad, que puede ser discutible pero que se sostiene más allá de las seducciones que pretenden ejercer el poder, el prestigio y el dinero.
Justamente él es el menos indicado para hablar de seducción.
Una preocupación que se presenta de manera explícita (y a veces implícita) en "Entrevistas escogidas" (reciente libro de Jorge Coahuila) es el de cómo se sitúa Vargas Llosa, en tanto escritor o intelectual, frente a la política y el poder. Manteniendo su postura de crítico, en un primer momento aparece expresando que sería una locura incorporarse a la lucha por el poder, no se imagina postulándose a la presidencia, porque sería la antípoda de su vocación: escribir. Sin embargo, después lo vemos justificando su candidatura por el Fredemo, en 1990, en las elecciones que sería derrotado por el entonces casi desconocido Alberto Fujimori.
Sólo es curioso señalar que en el tiempo de su cercanía con el socialismo Vargas Llosa haya preferido concentrar su actividad pública en tanto escritor, y que en su época de liberal haya intentado traspasar su actividad hacia la política directa. ¿Se trata solo de opciones personales determinadas por el contexto o ellas tienen que ver también con las mutaciones ideológicas?
El internacionalismo de Vargas Llosa también es llamativo, pues desde muy temprano afirmó que no creía en las literaturas nacionales y que más bien América Latina debía ser considerada como un todo. El nacionalismo es un sentimiento de gente egoísta y que es saludable desterrarlo, y extiende su visión no sólo para América Latina sino para todo el orbe, más aún hoy, en tiempos de la globalización.
Porque Don Mario fue el entusiasta castrista de los años 60 (Leer recuadro ilustrativo de esta crítica), autor del discurso leído al recibir el premio Rómulo Gallegos cuando todavía no cargaba con el prestigio sobre sus espaldas de ser “Vargas Llosa”, pero la seducción del lado oscuro de la fuerza se impone “dime lo que tienes, y te diré cuanto vales”" la cual promete cosas a cambio de algo; es el gran novelista que nos refregó la imagen de su compatriota, colega y guerrillero Javier Heraud acribillado de 29 balazos por la policía en la selva.
Mario Vargas Llosa, pertenece a la categoría de los intelectuales que considero peligrosos por que son los que piensan por su cuenta y venden luego al mejor postor. Los peligrosos son los que no se definen con quién están, o con el comunismo o con la socialdemocracia y ni siquiera han querido participar de la política pero sí se han candidateado a una presidencia. Figura ser un intelectual porque piensa libremente y es soberano de su percepción simplezca expresada, nada más, solemnemente. Y como él se cree un intelectual comprometido con la verdad y no con los dogmas, Vargas Llosa se fue distanciando de la revolución cubana a medida que la revolución cubana se transformaba de peón a rey en el tablero de ajedrez trazado por las dos potencias que llevaban adelante el juego de la guerra fría. Hasta que en 1971, rasgó abiertamente sus vestiduras ante Cuba.
Romper con el comunismo fue la prueba del seducido, ofrecida a su seductor, y desertó así de ser el hombre insubordinado que escribía verdades a doquier, distanciado del dinero y de los dotadores del poder. Escuchar ahora los vaticinios de Don Mario Vargas Llosa como propagandista del capitalismo existente hoy en día me produce un agudo ataque de rebeldía. Decir que el liberalismo sólo trae abundancia y justicia y que los países que han seguido esa receta son y serán los más prósperos. No es nada más y nada menos que inmolar sus vidas en ese altar y caer en un “ismo” igual y a su vez paradójicamente distinto, al que tanto critica.
Una humilde sugerencia Don Mario, cuando rinde tributo ante el altar con frases como estas: “Mi experiencia política no fue grata, pero sí muy instructiva. Aprendí mucho sobre mi país, sobre la política y sobre mí mismo. No me lamento de esa aventura.” y “La política es una forma de la maldad. El mayor error que he cometido en mi vida.” Pues con estas afirmaciones no hace más que presentar los frutos de Caín ante el altar de ese dios que le ha prometido el Nóbel, pero oculta las ofrendas valiosas de Abel al callar el bajísimo índice de analfabetismo en Cuba y Bolivia, el excelente nivel de asistencia médica en la isla, que incide directamente en la disminución de la mortalidad infantil en Cuba y jamás protestó por el asesino bloqueo. Nunca se le escuchó retar a George Walker Busch por sus política exterior. Si eso no es peligroso, lo peligroso ¿dónde está?.
Un verdadero intelectual ya tendría claro en su análisis la criminal hegemonía invasiva de los Estados Unidos en América Latina y en Oriente como leit motiv para llevar a cabo sus mas claros y oscuros propósitos, receta usada en el pasado, en el presente y que seguirá usando en el futuro (la Guerra de Vietnam por el caucho, la guerra de Irak por el petróleo y la futura guerra que tiene en mente EE.UU en América del Sur es por el agua potable) con la excusa de que ellos son los paladines de la democracia allí donde esta se vea amenazada... he imponerla allí donde no está... más que ideologías el Tío Sam prefiere los slogan. Las ideologías provocan “revoluciones” en los oprimidos; los slogan, en cambio, solamente “reacciones” (excusas) en los opresores.
Por que no dejamos que cada país haga su propia democracia: democracia a la cubana o democracia a la boliviana y exigirles una mínima ética para una integración entre ellas y no que prime la democracia que le conviene al Tío Sam. Entiéndase bien que digo mínima ética y no ética mínima, no es lo mismo. Es claro que un Don Mario integrado al sistema global del poder decidió que pelear en contra de esa energía oscura no era sólo inútil sino también agotador y hasta suicida... sino miren como terminó Javier Heraud. La democracia del Tio Sam es solamente de la frontera hacia adentro, por que hacia afuera el Tío Sam impone a sus títeres y sus propios interese.
A Don Mario de nacionalidad peruana le digo que: Tupac Amarú murió descuartizado antes que sometido... y al de nacionalidad española que: Don Quijote nunca tiró su adarga ante el primer molino que vio.
¡Para esto se hacen las revoluciones! para no ser seducido por el lado oscuro de la fuerza; o quizás pienses que ahí tu fracaso político y de la ausencia de ciertos premios de escritor, que sangran por que has perdido lisa y llanamente la mirada utópica que conlleva toda revolución... ¿encontrarás la respuesta en los slogan neoliberales?.
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
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