Como vengo sosteniendo desde la portada del blog estamos "Oliendo a los invisibles".
La mayoría de las estructuras son internas y, logicamente, no se ven. Aunque algunas se pueden percibir con el tacto como es el caso del esqueleto humano y de la mayoría de los animales con endo esqueleto. Otros tienen un exo esqueleto que se los puede ver a simple vista como por ejemplo algunos crustáceos que generalmente lo usan para protegerse de sus depredadores.
Pero hay una nueve especie a la cual denomino "Invisible" y que por lógica no se puede ver, pero tampoco tocar.
El ser humano ha sido dotado para conocer el mundo externo a él con cinco sentido: Vista, tacto, oido, gusto y olfato. El que debe usarse y agudizarse para detectar a las estructuras en cuestión es el olfato.
Lo que hemos podido oler y transcribir aquí es lo que a su izquierda puede leer.
Si usted hace rato que huele estas cosas por favor "¡DENÚNCIELO!", no se acostumbre al olor.
Les dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.

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