Mujeres citadas en el Corán

En la tradición islámica, se dice que Dios habló a Adán diciéndole: “Yo he reunido para ti mi gracia en Eva y no hay ninguna gracia que sea mejor...” Ali Badrán.

En esta semana, celebramos el Día Internacional de la Mujer, y felicitamos a todas ellas. Por lo tanto, veremos algo de lo que el sagrado Corán habla acerca de mujeres que se destacaron en el Islam.

Se relatan historias de muchas de ellas que dejaron sus huellas para la eternidad. Mujeres creyentes y devotas, mujeres piadosas y místicas, mujeres madres, mujeres rebeldes contra la injusticia, todas ellas elegidas por Dios para que sean ejemplos para la humanidad.

Naturalmente, la primera mujer mencionada en el Corán es Eva (Hauuah); es la joya del paraíso y madre de toda la humanidad. En la historia de los profetas, Eva, como mujer, tiene un lugar tan importante que se la describe en una frase: “Eva es más grande y bella que Adán, tenía 70 trenzas adornadas con joyas y perfumadas con una fragancia sobrenatural, su piel era de una pureza increíble y su voz lo más hermoso que se podía escuchar”.

En la tradición islámica, se dice que Dios habló a Adán diciéndole: “Yo he reunido para ti mi gracia en Eva y no hay ninguna gracia que sea mejor que lo que ahora te doy como lo es esta esposa llamada Eva”.

Tenemos a una mujer que es la elegida por Dios: la Virgen María, madre de Jesús. No sólo hay un capítulo ( Sura Mariam , nº 19) con su nombre, de los 114 que conforman este libro sagrado, sino que también hay uno dedicado a su familia (la familia de Imrán, nº 3): “María, Dios te ha elegido, te ha purificado y te ha distinguido entre todas las mujeres de la creación” (3:42).

También se narran en el Corán otras historias de mujeres, como la de la reina de Saba, descripta como un modelo de sabiduría, con inmenso poder político, que gobernaba su pueblo con inteligencia y justicia. Inspirada en su amor por el profeta Salomón, esta princesa encuentra la fe en Dios.

Vale destacar la historia de Agar (Hayar), esposa de Abraham, que junto a su hijo Ismael, mientras estaban en el desierto cerca de la Meca buscando agua, invocó a Dios hasta que comenzó a brotar agua pura de un manantial que desde entonces es conocido como la fuente de Zam Zam.

Otra mujer que tenemos como ejemplo es Asia, la creyente esposa del faraón que salvó al pequeño profeta Moisés (Musa), a quien adoptó y protegió de las crueles disposiciones de su marido; de este modo, Dios le prometió el paraíso. La madre de Moisés es descripta en el Corán como una mujer muy abnegada a la que Dios le dijo que dejara a su hijo en el río y después lo recuperaría.

Se destaca la historia de amor de una mujer de belleza incomparable, con el profeta José (Yusuf). Su nombre era Zulaica, una mujer espiritual que pasa su vida en dura penitencia y en interminable amor a este profeta.

Jadiya fue la primera esposa del profeta Mahoma (Muhammad); era económicamente muy rica y, bajo la influencia de su marido, invertía parte de sus bienes materiales en ayudar a los pobres y necesitados.

La reputación y el respeto por ella eran un ejemplo. Fue la primera en reconocer como verdadero todo lo que le acontecía a su esposo relacionado con la difusión del Islam. Es decir, no se mantuvo al margen de predicar las nuevas ideas para convencer a todos los hombres y mujeres y enseñar esta nueva religión a todos los habitantes de la Meca. Por eso también es conocida como la madre de los creyentes.

Debemos mencionar también a Fátima, hija del profeta, que ha dejado una de las huellas más profundas en el Islam, ya que también estaba casada con el cuarto califa, Ali Ibn Abi Taleb.

Que Dios bendiga a todas. Uassalamu alaicum (la paz sea con todos).

Fuente: La Voz del Interior on line 06/03/12

Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.