Edificación tendría unos 3 mil años de antigüedad según arqueólogos.
Su arquitectura es comparable a Kuntur Wasi o Chavín de Huántar.
Durante casi toda su existencia, los habitantes del alejado caserío cajamarquino de Poro Poro vivieron rodeados de varios conjuntos de rocas y de enigmáticos círculos tallados en grandes piedras, los que se llenaban con el agua de las lluvias.
En 1979, estos pobladores empezaron a entender lo que los rodeaba cuando Walter Alva llegó a la zona en busca de un conjunto de figuras tipo Chavín que los investigadores Boris de la Piedra y Absjorn Pedersen habían presentado en un congreso de arte rupestre doce años antes en Huánuco.
El investigador quedó impresionado con las pinturas murales, algunas inscripciones en piedra y otros vestigios.
Alva decidió realizar excavaciones exploratorias que dieron como resultado algunas evidencias arquitectónicas.
Treinta y dos años después, Alva retornó a Poro Poro como asesor de su esposa Ema Eyzaguirre, directora del proyecto científico que se ejecuta desde hace un mes y medio en la zona con el apoyo económico de la municipalidad distrital de Catache, en la provincia de Santa Cruz.
Alva decidió realizar excavaciones exploratorias que dieron como resultado algunas evidencias arquitectónicas.
Treinta y dos años después, Alva retornó a Poro Poro como asesor de su esposa Ema Eyzaguirre, directora del proyecto científico que se ejecuta desde hace un mes y medio en la zona con el apoyo económico de la municipalidad distrital de Catache, en la provincia de Santa Cruz.
Ambos arqueólogos decidieron develar la sorprendente edificación enterrada en una pequeña colina, ubicada a más de 2.800 metros sobre el nivel del mar sobre el río San Lorenzo.
EL HALLAZGO
Los integrantes del proyecto no se dejaron vencer por las lluvias y la baja temperatura, que en la zona alcanza hasta 5 °C. En 45 días lograron develar una plaza ceremonial de culto al agua que forma parte de un conjunto de templos, que tendría 3 mil años de antigüedad, solo comparable a otros de la época formativa como Pacopampa, Chavín de Huántar y Kuntur Wasi.
Para Alva, Eyzaguirre y los pobladores del lugar, cada día era especial porque encontraban muros de 3 metros de alto, construidos con bloques alargados de hasta 2 metros de largo por 0,80 metros de ancho y otros de pequeñas dimensiones.
Un hallazgo celebrado por los investigadores fue el de una escalinata de seis metros de ancho, en la que sobresale un pórtico monumental que lo forman dos pilares de piedra de casi 3 metros de alto y 5 toneladas de peso.
Un hallazgo celebrado por los investigadores fue el de una escalinata de seis metros de ancho, en la que sobresale un pórtico monumental que lo forman dos pilares de piedra de casi 3 metros de alto y 5 toneladas de peso.
Esta habría servido para conectar la plaza cuadrangular de 32 metros por lado con una plataforma superior, donde probablemente se realizaban importantes ceremonias de culto al agua.
A medida que avanzan los trabajos, los arqueólogos han encontrado impresionantes muros de piedras, en los que quedó registrada la técnica de construcción que se basaba en desgajar grandes bloques del farallón y darles el acabado final junto con los muros de la edificación.
Es la técnica llamada percusión a golpe de martillo, también utilizada por los integrantes de la cultura Chavín e incluso por los de Tiahuanaco.
A medida que avanzan los trabajos, los arqueólogos han encontrado impresionantes muros de piedras, en los que quedó registrada la técnica de construcción que se basaba en desgajar grandes bloques del farallón y darles el acabado final junto con los muros de la edificación.
Es la técnica llamada percusión a golpe de martillo, también utilizada por los integrantes de la cultura Chavín e incluso por los de Tiahuanaco.
Walter Alva cree que estamos frente a uno de los más importantes santuarios del formativo en la sierra norte del Perú.
El investigador desliza la hipótesis de que la plaza ceremonial podría tener su origen en una época ligeramente anterior a la influencia Chavín o tratarse de una civilización que fue parte de un período formativo regional.
“Los templos fueron construidos por una civilización desarrollada, pues el volumen del material empleado implica una organización que demandó el movimiento de grandes masas”, refiere Alva.
El investigador desliza la hipótesis de que la plaza ceremonial podría tener su origen en una época ligeramente anterior a la influencia Chavín o tratarse de una civilización que fue parte de un período formativo regional.
“Los templos fueron construidos por una civilización desarrollada, pues el volumen del material empleado implica una organización que demandó el movimiento de grandes masas”, refiere Alva.
Por el momento no se han encontrado restos de viviendas pero sí algunos indicios de que en el recinto vivió un grupo pequeño de personas que atendían el culto y a la casta sacerdotal.
El lugar del descubrimiento es conocido como La Grada.
El lugar del descubrimiento es conocido como La Grada.
Forma parte de un complejo de 8 kilómetros de extensión, donde se han identificado cinco monumentos, pinturas murales y grabados en piedra, según la directora del proyecto arqueológico.
FUNCIONES DEL TEMPLO
El templo descubierto habría servido como un gran centro religioso, hasta donde llegaban grupos de personas que se dedicaban a la agricultura y vivían en la parte alta de la cordillera.
Fuente: http://www.arqueologiadelperu.com/?p=2568
Saludos rituales, Bocha... el sociólogo.
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