Ortega y Gasset, conferencia en la ciudad de La Plata en 1939 Para animarnos a la recuperación de nuestros ideales, de nuestro carácter y de nuestro destino de grandeza: “¡Argentinos, a las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal”

Evolución

Evolución
El conocimiento es bueno sólo si se comparte. Nada es imposible para una mente dispuesta. Espero que este blog ayude a aquellos que están buscando conocimientos, al igual que yo.
Libro de quejas:
A) Las imágenes y/o enlaces contenidos en este tallerblog tienen solamente una intencionalidad didáctica y una funcionalidad educativa.
B) No mantiene ningún tipo de relación con las personas o instituciones mencionadas en las notas.
Lo mismo sucede con todos los posibles enlaces invisibles adheridas por parte de terceros a las notas publicadas. Los cuales ya no son voluntad del administrador del taller blog. Ergo, el administrador no responde ni se responsabiliza sobre las actividades de los mismos.
C) El administrador y moderador de este Tallerblog hace todo lo posible por remover cualquier material cuestionable, pero todos los comentarios publicados en las entradas, o traídos de la página homónima de facebook, expresan las opiniones de sus autores y no la del administrador, moderador o blogspot por lo cual no se les considerará responsables excepto por los mensajes publicados por ellos mismos.

domingo, 30 de octubre de 2011

El falsificador argentino que salvó a tres mil judíos del terror nazi

Adolfo Kaminsky proveyó documentos a perseguidos políticos durante 30 años.

 El protagonista. Adolfo Kaminsky sigue viviendo hoy en Francia.

Buenos Aires. Un argentino logró salva la vida de tres mil personas durante la ocupación nazi en Francia por su habilidad como falsificador de documentos.

En el libro Adolfo Kaminsky. El falsificador , la hija del protagonista, Sara Kaminsky, relata esta historia en base a entrevistas a su padre. También cuenta el trabajo de Adolfo para el Frente de Liberación Nacional (FLN) durante la guerra de independencia de Argelia, su formación de antifranquistas en España y su ayuda a combatientes contra las dictaduras en Guatemala y Grecia.

Con apenas 17 años, Kaminsky se convirtió en un experto de la falsificación gracias a sus labores en una tintorería, sus contactos con un vendedor de químicos y su propia intuición, que lo llevó a hacer varios experimentos con éxito.

Su especialidad le permitía hacer desaparecer el rastro de la tinta o registrar nuevos datos de una persona en un documento falso como si fuera original. Para aquel entonces, hacía varios años que Kaminsky, nacido en Buenos Aires en 1925 e hijo de rusos, vivía con su familia en Francia. Sus conocimientos sobre falsificaciones crecieron casi al mismo tiempo que avanzaba el nazismo en ese país, donde aún reside.

En 1943, el entonces joven y su familia fueron arrestados para ser trasladados al campo de concentración de Drancy, cerca de París, una “antecámara de la muerte” donde 77 mil prisioneros, la mayoría judíos, fueron reagrupados antes de ser llevados a los centros de exterminio nazis.

Fue la ayuda del Consulado argentino en Francia la que 
permitió que la familia fuera liberada luego de tres meses de detención, en los que descubrió “a los judíos y su diversidad” y “a través de ellos” se sintió judío, una sensación que “nunca más” lo abandonó, relata su hija en el libro.

Al poco tiempo, se contactó con la resistencia y se incorporó a un pequeño laboratorio 
con fachada de taller artístico, donde preparó cientos de documentos que, en muchos casos, se convirtieron en cartas de salvación.
“Mantenerme despierto. El mayor tiempo posible. Luchar contra el sueño. El cálculo es sencillo. En una hora fabrico 30 documentos vírgenes. Si duermo una hora, morirán 30 personas”, pensaba Kaminsky mientras se daba ánimos para fal­sificar documentos con el fin 
de salvar a niños judíos de la deportación.

El muchacho también intentaba “mantener la calma”, camuflar las emociones, “comprimir el miedo, disimular la angustia” cuando se topaba con requisas en el subte de París.

Kaminsky, hijo de una judía que murió –según cree– a manos del nazismo, transmite en el relato su desesperación por llegar a tiempo a distribuir los documentos falsos en las casas de quienes, de lo contrario, unas horas más tarde serían de­portados.

También conocido como Julien Keller, Georges Vernet o Adrien Leconte, Adolfo trabajó durante más de 30 años en la clandestinidad a favor de perseguidos políticos, hasta 1971.

“Los servicios de policía estaban tras las huellas del falsificador de París. Había encontrado un modo de producir una cantidad tal de documentos falsos que, muy rápidamente habían inundado toda la región del norte, hasta Bélgica y los Países Bajos”, sostiene la biografía.

Los labores de Kaminsky se extendieron más tarde en beneficio de “los sobrevivientes de los campos de concentración que se embarcaron de forma clandestina hacia Palestina de 1946 a 1948”, del servicio del FLN argelino, de los que peleaban en Guatemala contra el general golpista Carlos Castillo Armas y de los que en Grecia “combatían a la dictadura de los coroneles”.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/noticias/mundo/falsificador-argentino-que-salvo-tres-mil-judios-terror-nazi
Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.

No hay comentarios:

mirando por el retrovisor

Related Posts with Thumbnails