Una disposición municipal obliga a las concesionarias a comercializar un casco homologado con el motovehículo. Los comercios chicos la incumplen o entregan uno de mala calidad.
Riesgo sobre dos ruedas. Muchos motociclistas piensan que usar casco es una incomodidad (Sergio Cejas / Archivo La Voz).
Pasa el tiempo y sigue sin cumplirse totalmente en la ciudad de Córdoba la normativa municipal que obliga a las concesionarias a vender las motos con el casco reglamentario.
Hay concesionarias que entregan cascos sin homologación, es decir, sin las condiciones mínimas de seguridad para proteger la integridad física de los conductores en caso de accidentes o caídas. Por lo general, se trata de cascos baratos (cuyo costo ronda entre 30 y 35 pesos), de procedencia china.
No obstante, hay concesionarias –sobre todo, las más grandes– que cumplen con las exigencias municipales y ofrecen cascos homologados, adaptables a los requerimientos de los compradores de motos.
Estos cascos no suelen regalarse, sino que son vendidos, al contado o en cuotas, a precios que promedian entre 120 y 200 pesos.
Las pocas concesionarias que obsequian el casco lo hacen por motivos promocionales. El problema es que, comúnmente, proporcionan cascos de mala calidad, que no cumplen los requisitos de seguridad.
Precisamente, uno de los inconvenientes que plantean las concesionarias sobre la exigencia de entregar cascos homologados al momento de vender una moto es que se incrementan los costos empresariales. “Los cascos homologados y que se acoplan a la ley son caros”, comentan.
En tanto, algunos fabricantes de motos aseguran que vienen proveyendo las unidades a las concesionarias sin los cascos correspondientes.
Opiniones. Fernando Ames, titular de Ames Motos, observa que no tiene sentido obligar a vender el casco. Así y todo, planteó que “el 70 por ciento de las concesionarias cumple en la venta de cascos homologados”, principalmente las de la zona céntrica.
Sin embargo, Ames cuestionó que el municipio “sólo controla a cuatro o cinco grandes concesionarias” y que esta situación alienta la creación de un mercado informal.
“Hay comercios que entregan las motos con facturas de otras localidades; la informalidad es más alta en los barrios por la falta de controles”, alertó.
Y advirtió: “No hay buen poder de policía municipal; en vez de controlar que el casco se utilice, se exige a las concesionarias que lo entreguen; no tiene sentido y hay mucha improvisación en el tema”.
El vicepresidente de la Cámara Argentina de Motos y dueño de Importadora Mediterránea (Imsa), José Franco, no se atreve a asegurar que las concesionarias suministren el casco, ya que “no hay reglas muy claras”.
Franco dice que hay vendedores de motos que entregan cascos de bajo valor, que no siempre son convenientes para los conductores.
“No es aconsejable usar los cascos no homologados internacionalmente; si bien hay una toma de conciencia de las concesionarias, no sé si todas cumplen la ley, y los cascos deberían ajustarse a los requerimientos de los clientes”, expresó.
Víctor Seco, de Brava Motos, cree que “no es atinado” que las concesionarias tengan la responsabilidad de entregar cascos a compradores de motos. “Es una medida complicada de aplicar y la responsabilidad en la elección del casco es de los motociclistas”, opinó.
Según Ames, Franco y Seco, las autoridades de gobierno deberían realizar campañas educativas para concientizar sobre la importancia de usar el casco al conducir una moto.
De hecho, coinciden en que muchos no lo utilizan, pese a tenerlos. “Los llevan en el brazo, lo cual es más peligroso”, alertan.
Por su parte, Mariano Lopresti, de Cerro Motos, asegura que las concesionarias céntricas grandes “entregan los cascos y las motos patentadas, como corresponde”. Admite que es posible que en los barrios haya más informalidad.
Lopresti duda de que los controles municipales sean eficientes, ya que “en las calles los motociclistas no usan mucho el casco”. Mientras tanto, Seco descree que los controles se hayan incrementado.
En tanto, el gerente comercial de Apia Motos, Diego Nievas, asegura que el casco “se está entregando” a los compradores.
Esta concesionaria “regala un casco que cumple con la reglamentación vigente por la adquisición de cualquier moto”, dijo Nievas.
En cifras. Actualmente, se están vendiendo entre 1.400 y 1.600 motocicletas por mes en la ciudad de Córdoba. Siete de cada 10 de estos rodados son vendidos por 10 grandes concesionarias. Las restantes son comercializadas por negocios más pequeños y localizados en barrios.
Según estimaciones, el 50 por ciento de quienes compran motos también se llevan un casco nuevo. Mientras tanto, el restante 50 por ciento de compradores ya posee el casco reglamentario y no está dispuesto a gastar en uno flamante.
Este aspecto de la ordenanza municipal vigente continúa siendo polémico. “¿Por qué se obliga a la gente a comprar otro casco si ya tiene uno? Es absurdo”, cuestionan desde las concesionarias. “Hay personas que adquieren motos y no necesitan el casco”, agregan.
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/pesar-norma-aun-se-venden-motos-sin-casco
Hay concesionarias que entregan cascos sin homologación, es decir, sin las condiciones mínimas de seguridad para proteger la integridad física de los conductores en caso de accidentes o caídas. Por lo general, se trata de cascos baratos (cuyo costo ronda entre 30 y 35 pesos), de procedencia china.
No obstante, hay concesionarias –sobre todo, las más grandes– que cumplen con las exigencias municipales y ofrecen cascos homologados, adaptables a los requerimientos de los compradores de motos.
Estos cascos no suelen regalarse, sino que son vendidos, al contado o en cuotas, a precios que promedian entre 120 y 200 pesos.
Las pocas concesionarias que obsequian el casco lo hacen por motivos promocionales. El problema es que, comúnmente, proporcionan cascos de mala calidad, que no cumplen los requisitos de seguridad.
Precisamente, uno de los inconvenientes que plantean las concesionarias sobre la exigencia de entregar cascos homologados al momento de vender una moto es que se incrementan los costos empresariales. “Los cascos homologados y que se acoplan a la ley son caros”, comentan.
En tanto, algunos fabricantes de motos aseguran que vienen proveyendo las unidades a las concesionarias sin los cascos correspondientes.
Opiniones. Fernando Ames, titular de Ames Motos, observa que no tiene sentido obligar a vender el casco. Así y todo, planteó que “el 70 por ciento de las concesionarias cumple en la venta de cascos homologados”, principalmente las de la zona céntrica.
Sin embargo, Ames cuestionó que el municipio “sólo controla a cuatro o cinco grandes concesionarias” y que esta situación alienta la creación de un mercado informal.
“Hay comercios que entregan las motos con facturas de otras localidades; la informalidad es más alta en los barrios por la falta de controles”, alertó.
Y advirtió: “No hay buen poder de policía municipal; en vez de controlar que el casco se utilice, se exige a las concesionarias que lo entreguen; no tiene sentido y hay mucha improvisación en el tema”.
El vicepresidente de la Cámara Argentina de Motos y dueño de Importadora Mediterránea (Imsa), José Franco, no se atreve a asegurar que las concesionarias suministren el casco, ya que “no hay reglas muy claras”.
Franco dice que hay vendedores de motos que entregan cascos de bajo valor, que no siempre son convenientes para los conductores.
“No es aconsejable usar los cascos no homologados internacionalmente; si bien hay una toma de conciencia de las concesionarias, no sé si todas cumplen la ley, y los cascos deberían ajustarse a los requerimientos de los clientes”, expresó.
Víctor Seco, de Brava Motos, cree que “no es atinado” que las concesionarias tengan la responsabilidad de entregar cascos a compradores de motos. “Es una medida complicada de aplicar y la responsabilidad en la elección del casco es de los motociclistas”, opinó.
Según Ames, Franco y Seco, las autoridades de gobierno deberían realizar campañas educativas para concientizar sobre la importancia de usar el casco al conducir una moto.
De hecho, coinciden en que muchos no lo utilizan, pese a tenerlos. “Los llevan en el brazo, lo cual es más peligroso”, alertan.
Por su parte, Mariano Lopresti, de Cerro Motos, asegura que las concesionarias céntricas grandes “entregan los cascos y las motos patentadas, como corresponde”. Admite que es posible que en los barrios haya más informalidad.
Lopresti duda de que los controles municipales sean eficientes, ya que “en las calles los motociclistas no usan mucho el casco”. Mientras tanto, Seco descree que los controles se hayan incrementado.
En tanto, el gerente comercial de Apia Motos, Diego Nievas, asegura que el casco “se está entregando” a los compradores.
Esta concesionaria “regala un casco que cumple con la reglamentación vigente por la adquisición de cualquier moto”, dijo Nievas.
En cifras. Actualmente, se están vendiendo entre 1.400 y 1.600 motocicletas por mes en la ciudad de Córdoba. Siete de cada 10 de estos rodados son vendidos por 10 grandes concesionarias. Las restantes son comercializadas por negocios más pequeños y localizados en barrios.
Según estimaciones, el 50 por ciento de quienes compran motos también se llevan un casco nuevo. Mientras tanto, el restante 50 por ciento de compradores ya posee el casco reglamentario y no está dispuesto a gastar en uno flamante.
Este aspecto de la ordenanza municipal vigente continúa siendo polémico. “¿Por qué se obliga a la gente a comprar otro casco si ya tiene uno? Es absurdo”, cuestionan desde las concesionarias. “Hay personas que adquieren motos y no necesitan el casco”, agregan.
http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/pesar-norma-aun-se-venden-motos-sin-casco
V´sssssssssssssssssssssssssssssssss, Bocha.
No hay comentarios:
Publicar un comentario