La despenalización de la marihuana...
El nombre en latín de la marihuana es Cannabis Sativa. La marihuana que es la flor del Cannabis Sativa (o cáñamo) tiene propiedades psicoactivas. Es una planta anual originaria de las cordilleras del Himalaya.
¡"Altro qué" con la viveza criolla!
Al despenalizar la marihuana, el consumidor no solamente sigue en su adicción a la misma sino que al rol se le da una vuelta más de tuercas, ahora puede tener plantas de Cannabis y elaborar porros para su consumo personal. Ahora bien con esta nueva situación legalizada ¿no entra en la categoría de “Narco”?.
Entiendo por narco aquella persona que planta y cosecha el Cannabis, y que no necesariamente consuma, sea la cantidad de producción que sea.
Aclarado esto y temiendo que alguien pueda encontrar en ello un buen negocio en pocas cantidades, una plantita por aquí, otra por allá, otra más allá y vendo uno por aquí, otro por allá y otro más allá podemos ver como el rol de “consumidor”, que al producir lo que consume pasa a ser “narco” y la viveza criolla le da una vuelta más de rosca y se vuelve “traficante” nos encontramos con que hemos multiplicado por millones la cantidad de porros en nuestra ciudad. Entre lo manifiesto y lo latente, con la despenalización se logro que lo latente se volviera manifiesto.
Entonces, ¿quién controlará que lo que se produzca sea para consumo personal? Como se sabe la marihuana se puede manufacturar de distintos modos: la más conocida son las flores secas y en forma de tubo; también podemos encontrar el aceite de Cannabis, que para su extracción se necesita el metanol (filtrados con carbón activo), lo cual potencia los efectos al estar más concentrado el tetrahidrocannabinol que es la sustancia más activa de la marihuana; otra variedad de la marihuana es el hachís que procede de la resina de la planta.
¿quién controlará que esto no se manufacture?
¿quién controlará a los nuevos narcos?
¿quién controlará que esto no se trafique?
Por que hay una línea muy delgada y casi invisible entre tener para consumir y el no convidar, regalar o negociar un par de porros con terceros, llámese amigos de la facultad, hermanos, primos o en una fiesta de cumpleaños.
De hecho el Estado, desde el poder judicial, es el que determina que está bien y mal para que la sociedad mantenga el orden y siga progresando. Los penalizados de ayer son hoy los ciudadanos con un nuevo derecho. Pues quiero recordarle a ellos que la ley otorga derechos pero también obligaciones y esto no termina ahí, no debe terminar ahí pensando que para los que la consumen se hizo justicia y para los más detractores de esta nueva ley se cae en la inconstitucionalidad.
Si no hay un organismo de control que contenga este nuevo derecho estaremos en la alborada de un nuevo gran negocio ilegal de la viveza criolla.
Les dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un “Ave María Purísima”, Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.
1 comentario:
Qué tema difícil che!! y bueno quiza en algunos paises desarrollados legalizar el consumo de sustancias tóxicas puede resultar peeero en mi Argentina querida lo dudo; en fin acá todo da igual es lo mismo un burro que un gran profesor reza el tango. En las calles de Mendoza se ven zapatillas colgadas en todos los cables y nadie dice ni hace nada. Yo creo que si te vas a fumar un porro en la tranquilidad de tu hogar o bien mientras hacés lo segundo en el baño todo bien pero y qué hacemos con los chicos que se fuman el porro y salen a darte un tiro o te amenazan con un cuchillo para robarte el celu o las zapatillas? Supongo que la Argentina lamentablemente no es un lugar para legalizar nada porque no hay quien controle la viveza criolla
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