Dedicado a "MARIHAL", mi hermano mayor bloguero, del blog "Desde la República Dominicana".
Chimichurri, milanesa napolitana, revuelto Gramajo, copa Don Pedro... muchas comidas tienen nombres de lo más extraños.
Existe una cantidad notable de denominaciones insólitas para platos y alimentos que comemos todos los días. En esta nota te contamos cuáles son los nombres más raros y porqué se llaman como se llaman.
Existe una cantidad notable de denominaciones insólitas para platos y alimentos que comemos todos los días. En esta nota te contamos cuáles son los nombres más raros y porqué se llaman como se llaman.
1. Milanesa napolitana
En la década del 50 un restaurante ubicado frente al Luna Park tenía un cliente que llegaba siempre a medianoche para comer milanesa. Una noche el cocinero se excedió con la fritura y quemó la única milanesa que quedaba. Para evitar la ira de su cliente, al propietario del establecimiento –José Nápoli- se le ocurrió disimularla con jamón, queso y salsa de tomate y le propuso probar algo nuevo y especial: la Milanesa a la Nápoli. Al tipo le encantó y así nació uno de los platos más tradicionales de la gastronomía porteña. Con el tiempo la deformación en el habla la convirtió en milanesa napolitana.
2. Chimichurri
El chimichurri es la clásica salsa con la que se adereza la carne en los asados argentinos. ¿De dónde salió ese nombre estrambótico? Hay muchas versiones, pero la más conocida cuenta que se llama así porque quién la creó y comenzó comercializarla en el siglo XIX, fue el inglés Jimmy Curry. Tan difícil le resultó a los criollos pronunciar su nombre, que directamente lo bautizaron Chimi Churri.
3. Copa helada Don Pedro
La copa helada conocida como Don Pedro nació en el ya desaparecido restaurante Loprete, que se encontraba en Sáenz Peña al 700, en Montserrat. Don Pedro era un vecino que pedía siempre una bocha de helado de crema con una medida de whisky. El dueño del restaurante pensó enseguida en ofrecer el postre a toda su clientela, y la bautizó como su cliente.
4. Vigilante (la factura)
A principios del siglo XX, cuando la “plebe” criolla se quería burlar de ciertos sectores sociales utilizaban los nombres de algunas facturas. Así, entre mate y mate, el cañoncito era la palabra para burlarse de los militares y el vigilante para mofarse de los policías. La forma recta y alargada de esta factura se asociaba entonces a la figura de un uniformado haciendo guardia, bien firme en su puesto.
La historia, en el caso de este menjunje de papas, huevo y jamón, se remonta a la época de Julio Argentino Roca. Cuentan que el general estaba jugando una partida de cartas que se había extendido demasiado. El hambre empezó a apremiar y Roca le pidió a su edecán, un hombre obeso y adicto a la comida, Artemio Gramajo, que se las ingeniara para preparar algo. Y así sucedió: Artemio fue hasta la cocina, juntó restos de papas fritas con huevos batidos y cebollas, y llevó la mezcla a la mesa. Desde ese día, se habla del revuelto Gramajo.
Este plato bien argentino nació en el barrio de Chacarita, en una fonda a la que acudían obreros y operarios de la primera fábrica de heladeras de gas que existió en el país. Acosada por la obligación de alimentar muchas bocas, esta mujer frió grandes cantidades de papas y huevos y las sirvió de ese modo a los trabajadores. El mote de “a caballo” fue por un detalle muy pequeño: el hombre que repartía las papas y los huevos era tan pobre que no tenía carro propio y hacía el reparto arriba de un caballo viejo.
El famoso matrimonio de queso fresco y dulce de batata nació en 1920 en un bodegón de Palermo Viejo, que en esos años era cuna de malandras y compadritos. Esa cantina estaba a pasos de una comisaría y los policías iban allí muy seguido a cenar. El dueño del boliche bautizó el postre de queso y dulce como “vigilante” en honor a los muchachos de la ley.
La desnudez de los frailes no tiene nada que ver con esta pelota dulce que siempre viene en la docena de facturas. Al igual que en el caso de vigilantes y cañoncitos, decir “bolas de fraile” era, a principios del siglo pasado, el modo de referirse irónicamente a la iglesia. Otros, en cambio, creen que esta factura se llama así porque los frailes llevan pompones (a decir verdad son cuerdas con nudos) en el cinto de la sotana. A ellos se los denomina “bornas” y muchos defienden a capa y espada que deberíamos hablar de “bornas de fraile”, no “bolas de fraile”.
Pese a que su nombre remite a la gastronomía francesa, los tallarines a la parisienne son un invento argentino. París, además de ser la capital francesa, era el nombre del restaurante del hipódromo de Palermo. Su cocinero decidió bautizar con ese nombre a las pastas servidas con una versión propia de la salsa Bechamel, que llevaba un agregado de pechuga de ave.
Fuente: Enviado por mail.
Saludos rituales... y buen provecho..., Bocha... el sociólogo.
5 comentarios:
Carmen Ramirez
Te falto explicar por que la "milanesa a caballo" se llama asi.
Marlene Amarfil
Todos los días se aprende algo, dicen...
Oscar Sala Martina
y yo aprendo comiéndolos !!!! jajaja
Marlene Amarfil
jajaja. es muy importante aprender la historia del nombre de cada comida, Oscar. No vaya a ser que tenga incluído alguna cosa rara... jajaja.
Oscar Sala Martina
Aunque las apariencias pueden engañar, por ejemplo, cuando vas a una pizzería y te preguntan: "¿con cuca o sin cuca?" (por cucaracha) y en realidad es si la quieres con mitades de aceitunas !!!!; la primera vez que lo escuchas te da un poquito de asquito ¿no?!!! jajaja
Oscar Sala Martina
Carmen Ramirez lo que pude encontrar es que la "milanesa a caballo" es una "Súper milanesa o suprema napolitana", una variante de la "milanesa napolitana". : P
Pero estamos locosssss o que??? En España muchos estamos comiendoooooo.... Pues al ver esto mas hambre aunnnn... TE MATOOOO. ESTA NOCHE ME LEO UNA POR UNA JIJIJIJIJI MUACKKKKK... Y recuerda no te olvidamos desde el grupo amigos blogueros para siempreeeeeee
Gracias Mimil por no olvidarse de mi, yo también los tengo presentes. Soy como el sol cuando está nublado el cielo: no se me ve pero siempre estoy ahí!!! : ))
Saludos rituales (incluye el buen provecho), Bocha.
Carmen Ramirez
Bueno, hasta donde yo se, es una que le ponen un huevo estrellado arriba..:D Eso me contaron. :D
Oscar Sala Martina
Si, que si nos ponemos a ver tiene poco y nada que ver con la historia de las "papas fritas a caballo". En todo caso ¿no sería "huevos fritos a caballo"? digo, por que éstos van montados en la milanesa. : ))
Ya leí todas... Muy chulas la mas graciosa la primera... Que ingenio jijiji muacjkkkk tesoro
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