Lo dispuso la Secretaría de Ambiente. Se restringe el uso de plomo en humedales y en áreas protegidas.
CAZA DE PALOMAS. EN Río Seco (La Voz/Archivo).
Desde hoy, los operadores y guías que organizan la caza de palomasen la provincia de Córdoba deberán inscribirse como generadores de residuos peligrosos para que se supervise la acumulación de plomo en los suelos.
Así lo dispuso la Secretaría de Ambiente provincial en una resolución publicada en el Boletín Oficial que prohíbe además la caza con plomo en humedales y en áreas naturales protegidas.
Anualmente, los ambientalistas estiman que el turismo cinegético deja unas 600 toneladas de plomo por año en los suelos cordobeses.
En la resolución Nº 1.115, se dispone que los operadores contraten un consultor ambiental autorizado para realizar anualmente una revisión ambiental sobre los campos, para monitorear las concentraciones de plomo y para que se lleven a cabo remediaciones.
Sanciones. La cartera ambiental, dependiente del Ministerio de Agua, Ambiente y Energía, será la encargada de controlar el cumplimiento de la restricción que alcanza a cazadores, guías y operadores.
Los incumplimientos podrán ser sancionados con multas de hasta 5 mil pesos y con el decomiso de las armas.
"Por contaminación con plomo y falsificación de la declaración jurada, los guías y operadores cinegéticos podrán ser sancionados además con inhabilitación temporaria o definitiva para la actividad cinegética", agrega un comunicado de Ambiente.
Viejo problema. El reclamo a una restricción del turismo cinegético es de larga data (ver La caza de paloma deja 600 toneladas de plomo).
En Córdoba, en 2004 se presentó el primer proyecto de ley para restringir el uso de municiones de plomo, pero nunca fue tratado.
En Santa Fe, la caza deportiva está reglamentada desde 2011, con la exigencia de que al menos el 25 por ciento de las municiones a utilizar en caza de patos y otras especies no sea de plomo sino de metales alternativos no contaminantes.
Para palomas, cotorras y otras consideradas plagas se fija un límite de 50 unidades por cazador si usan plomo, pero sin tope si utilizan otras municiones.
COMENTARIO: Es un avance importante el que se ha hecho pero sería bueno que se ponga en movimiento con los controles pertinentes.
Un comentario hecho por Agustín Passerini en la fuente de esta noticia escribe que: "Hay cosas peores que la contaminación detrás de este negocio, y nadie hace nada. Entra mucho dinero con los turistas extrajeros que vienen especialmente a esta ciudad y reclaman otros "servicios", cazan y pretenden que se les preste "un turismo sexual". Hay denucias de ONG en tal sentido. “Nos han llegado varias denuncias de padres de nenes de 9 a 13 años, a quienes les habrían ofrecido ir a algunas estancias para ‘alcanzarles la ropa a los turistas’ cuando se bañan”, señala Adriana Domínguez, de la Red No a la Trata, y titular de la delegación Córdoba del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). En Córdoba, las denuncias relacionadas con este tema apuntan también al turismo cinegético (caza de palomas), una actividad que, según datos de la Cámara de Turismo Cinegético de Córdoba, convoca a unos 9.800 turistas extranjeros por año."
A lo cual adherimos pero aclarando que para nosotros en el tallerblog tanto la contaminación como el turismo sexual ambas actividades son graves. Acá no hay peores y más peores, hay delito.
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