Ortega y Gasset, conferencia en la ciudad de La Plata en 1939 Para animarnos a la recuperación de nuestros ideales, de nuestro carácter y de nuestro destino de grandeza: “¡Argentinos, a las cosas, a las cosas! Déjense de cuestiones previas personales, de suspicacias, de narcisismos. No presumen ustedes el brinco magnífico que daría este país el día que sus hombres se resuelvan de una vez, bravamente, a abrirse el pecho a las cosas, a ocuparse y preocuparse de ellas directamente y sin más, en vez de vivir a la defensiva, de tener trabadas y paralizadas sus potencias espirituales, que son egregias, su curiosidad, su perspicacia, su claridad mental secuestradas por los complejos de lo personal”

Evolución

Evolución
El conocimiento es bueno sólo si se comparte. Nada es imposible para una mente dispuesta. Espero que este blog ayude a aquellos que están buscando conocimientos, al igual que yo.
Libro de quejas:
A) Las imágenes y/o enlaces contenidos en este tallerblog tienen solamente una intencionalidad didáctica y una funcionalidad educativa.
B) No mantiene ningún tipo de relación con las personas o instituciones mencionadas en las notas.
Lo mismo sucede con todos los posibles enlaces invisibles adheridas por parte de terceros a las notas publicadas. Los cuales ya no son voluntad del administrador del taller blog. Ergo, el administrador no responde ni se responsabiliza sobre las actividades de los mismos.
C) El administrador y moderador de este Tallerblog hace todo lo posible por remover cualquier material cuestionable, pero todos los comentarios publicados en las entradas, o traídos de la página homónima de facebook, expresan las opiniones de sus autores y no la del administrador, moderador o blogspot por lo cual no se les considerará responsables excepto por los mensajes publicados por ellos mismos.

domingo, 18 de diciembre de 2011

El kirchnerismo crítico se atreve a hablar en voz alta

Nunca es triste la verdad





Por Jorge Fernández Díaz | LA NACION
 
"Respetuosamente, señora, pienso que usted está mal asesorada." Esta simple frase, dirigida por un kirchnerista a la presidenta de la Nación, suena peligrosa, casi suicida, y por lo tanto impensable en estos tiempos de incondicionalidad. Digo: en estos tiempos en los que la incondicionalidad se ha convertido en dogma. No existe el kirchnerismo crítico. Nadie desde el planeta oficial es capaz de tomar el temible riesgo de disentir en voz alta con algunas políticas de este gobierno. La adscripción debe ser total, sin condiciones ni matices, a libro cerrado, y quien se atreva a poner un "pero" le estará siendo infiel al proyecto nacional y popular, y haciéndole el juego a la derecha. La elemental configuración de esta verdad irrefutable muestra la estupidez humana. Si la discusión sólo es posible con los "gorilas", las "corporaciones", "la opo" y los "enemigos de la patria", quiere decir que el movimiento imperante es incapaz de ejercer autocríticas, admitir errores, promover debates verdaderos, intercambiar dudas. Practicar, en definitiva, la libertad y la inteligencia. No hay ningún mérito en la incondicionalidad, que a la postre siempre es una máquina de producir fanáticos y obsecuentes.

Leí esa increíble frase del comienzo en el libro de un ferviente admirador del modelo. El escritor Mempo Giardinelli acaba de publicar Cartas a Cristina . Y la importancia de su trabajo radica precisamente en la creación de un territorio intelectual donde es posible manifestar la fe y a la vez objetar algunas decisiones. El autor de La revolución en bicicleta es un reconocido prosista y un hombre comprometido con las ideas del progresismo. Su fundación, que opera en su Chaco natal, resulta modélica: es una organización sin fines de lucro que fomenta la lectura y realiza una gestión conmovedora en barriadas humildes. Tiene el auspicio de varias universidades internacionales y ha desarrollado emprendimientos fundamentales, como los premiados programas de las abuelas cuentacuentos y de asistencia a comedores infantiles. Tanto las últimas administraciones provinciales como los gobiernos kirchneristas han respaldado su tarea, pero Giardinelli ha tenido la precaución de no dejarse comprar por el dinero estatal. Dice, al respecto, que asiste a 6,7,8 y a TN y que es igualmente respetado. Y agrega: "Será porque no sirvo a ningún patrón, ni estoy a sueldo de nadie. Lo que no es mucho mérito y todavía no entiendo por qué algo tan elemental puede agradar o fastidiar a alguna gente".

Mempo conoció brevemente a Néstor y a Cristina, y cree con sinceridad que ambos "pasarán a formar parte del procerato nacional". No ahorra elogios por la política de derechos humanos, la ley de medios, el manejo de la economía. Tampoco esconde sus críticas para con la oposición y los grandes medios. Pero a continuación le escribe a la Presidenta: "No dejo de preguntarme casi a diario si tiene sentido apoyar a su gobierno, por la sencilla razón de que veo a mi alrededor tantas acciones reprobables. Porque la corrupción hormiga, la que practican muchísimos funcionarios, así como cierto maltrato generalizado en vastos sectores gubernamentales son estilo, resultan insoportables y la alcanzan a usted; le guste o no le guste, la alcanzan. Es claro que eso no quiere decir que todo lo malo deba ser atribuido enteramente a su gobierno, ni me parece justo personalizar en usted como es práctica de cierta oposición cavernaria y de ciertos grupos periodísticos. Pero tampoco me parece que eso deba ser obviado. No puede, no debe serlo".

Las cartas abiertas a Cristina son capítulos, y allí el escritor desmenuza muchos temas pendientes a la vez que mantiene un inalterable optimismo en el modelo kirchnerista. Aún así no reprime la honestidad brutal: "A usted también la rodean impresentables -le dice a Cristina-. Hay funcionarios, gobernadores, caciques, punteros, lobbistas y demás, que es obvio que desde la función pública hacen negocios privados". Le sugiere a la Presidenta que ponga la lupa en ellos y los congele si no puede sacárselos de encima. Con la corrupción es implacable: "Es cierto que siempre la hubo. Pero eso no justifica nada? Es archisabido que hay bolsones de corrupción política, de punteros, dirigentes y funcionarios que nunca, jamás van presos por sus habituales exigencias de coimas".

Giardinelli se permite reclamar una política ferroviaria ("Ninguna dádiva, Presidenta. Tren. Póngase a la cabeza de una nueva Argentina unida por el tren"), sistemas de salud y de seguridad más efectivos, una gestión ambiental y un régimen fiscal en serio. Pero cuando más ejerce su independencia es en el momento en que le recomienda cuidado con el segundo mandato. "Me pregunto con quién consulta, con quién discute. ¿Cómo será su mecanismo de decisiones, señora? ¿Máximo, Florencia? Bueno, sin duda apoyan como apoyan los hijos, pero ¿quién le acerca a usted experiencia, olfato, intuición? ¿A quién escucha? Porque a alguien ha de escuchar, usted." Hace alusión allí a Elisa Carrió, quien fue su amiga de la infancia. Dice Mempo con dolor: "Lilita se viene equivocando fiero desde hace unos años, y yo creo que es porque no escucha. No escucha a nadie, sólo habla ella. Y eso en política es fatal. Que no le suceda lo mismo a usted, Cristina, eso quería decirle."

Que quede claro: no estoy recomendando un libro. Estoy recomendando una ética.


Dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave María Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.

No hay comentarios:

mirando por el retrovisor

Related Posts with Thumbnails