Pensando sociológicamente

La justicia ¿es ciega, sorda, muda y...?

El homicidio de un joven en un asalto inicia su camino a la verdad

A Luciano Guzmán (16) lo mataron de un balazo en la cabeza los asaltantes que entraron a robar a su casa, hace dos años. Hay tres acusados. De ser condenados, les darían perpetua.

De no mediar ninguna sorpresa de último momento, hoy comenzará en la Cámara 6ª del Crimen, de la ciudad de Córdoba, el juicio por un sangriento asalto domiciliario en el que murió Luciano Guzmán, un joven de 16, que por ese entonces jugaba al fútbol en la quinta división del club General Paz Juniors.

Luciano era hijo único y fue asesinado de un balazo en la cabeza por una banda que irrumpió en su casa, de madrugada, a robar. Sus padres, que también estaban en la vivienda cuando ocurrió el asalto, serán los primeros testigos del juicio.

El drama se remonta al 5 de diciembre de 2007, aproximadamente a las 2.40 de la madrugada, cuando la familia dormía en la vivienda de dos plantas, ubicada en calle Alejandro Danel al 2600, barrio San Cayetano de la ciudad de Córdoba.

Entraron por la ventana. Según se estableció, los cuatro ladrones entraron por una pequeña ventana de la planta alta, sin rejas, que se encontraba abierta. Primero fueron a la habitación donde dormía Luciano, el joven. Lo redujeron y lo llevaron a la habitación por la que habían ingresado. Luego fueron al dormitorio matrimonial y despertaron a Luis Eduardo Guzmán y Graciela Ester Ibarra.

Tomaron la billetera que estaba en la mesita de luz, que contenía 20 pesos y diversos documentos del dueño de casa, jubilado de Epec, y las llaves de la Ford Eco Sport de la familia, además de un reloj, una cámara digital, una cadenita de oro y un teléfono celular.

A quemarropa Cuando Guzmán intentó incorporarse en la cama, levantando los brazos, uno de los delincuentes le disparó a la cabeza. Guzmán padre quedó tendido en el suelo, aunque luego se estableció que el proyectil sólo le provocó, afortunadamente, una herida menor.

Siempre según la acusación, los delincuentes se fueron luego a la habitación en la que habían dejado a Luciano y, antes de fugarse, uno de ellos le colocó el caño de de la pistola en la nuca, y disparó. El joven cayó al suelo y murió a los pocos minutos.

Según la investigación, quien portaba el arma lo mató “para asegurar el resultado del fin furtivo y procurar su impunidad y la de los demás imputados”.

Por ello, el caso está caratulado como homicidio calificado criminis causa, lo que, de comprobarse tal como lo refiere la acusación, presume para sus autores la pena de prisión perpetua.

Por el crimen serán juzgados José Darío Gutiérrez (20), Diego Armando Quiroga (24) y Alejandro Ismael Velázquez (27), quienes serían los integrantes de la banda, junto a un cuarto cómplice, no identificado.

El tribunal será presidido por Julio Guerrero Marín, y estará integrado por los jueces Alberto Crucella y Daniel Ottonello, y los jurados populares. Actuará como fiscal Marcelo Altamirano.

Publicado: LaVoz.co.ar
Lunes 19 de octubre de 2009

Reflexión personal

La justicia puede ser como el dibujo pero además tiene un brazo largo y les llega a todos.
La burocracia (del francés bureaucratie, y éste de bureau, oficina, escritorio y del griego kratos: poder) la podríamos definir como influencia excesiva de los funcionarios públicos en los asuntos del Estado. Es tan excesiva que muchas veces hay que rogar que no haya "sorpresas" y "presunciones" a la hora del abrazo final. (Si bien la noticiá dice que era hijo único, Luciano tenía 2 hermanos mayores y, a igual que a sus padres, los amaba muchísimo) Sucede que durante la instrucción, el hermano de Luciano reconoció al acusado, pero la medida no se notificó a la defensa. (Ver enlaces) http://www.lavoz.com.ar/09/10/19/secciones/sucesos/nota.asp?nota_id=560619

A Luciano, para los que lo conocimos cariñosamente como "el rata" (por ser menudito y escurridizo fuera y dentro del aula), de incuestionable amor a la familia, de buen rendimiento académico, agil con la pelota, buen compañero de sus compañeros y con sus docentes, lo he tenido como alumno cuando cursaba 2º año del C.B.U. La justicia deberá alcanzar a los responsables de que él ya no esté entre nosotros pero también deberá consolar a los que quedaron entre nosotros. ¿La seguimos en los comentarios?

Luciano y a su familia les dejo mi saludo ritual como un apretón de manos o un "Ave maría Purísima", Firme y Digno, Bocha... el sociólogo.